Manifestantes derribaron los controles del ingreso al Congreso  de Brasil y se dirigieron a la Comisión Especial donde se debatía la reforma previsional, ante lo cual la policía lanzó gas pimienta y una bomba,  la reforma tiene el 71% de rechazo en la opinión pública, según las encuestas.

Agentes del Servicio Penitenciario invadieron el Palacio Legislativo en la noche del miércoles exigiendo que se los excluya de la reforma jubilatoria impulsada por el presidente Michel Temer.
El presidente de la Comisión Especial, Carlos Marun, anunció  que la sesión se reiniciará la semana próxima pese a la urgencia del gobierno por la aprobación. "Esta situación de la seguridad no puede ser considerada como algo normal", declaró.
El proyecto fue aprobado ayer en general por 23 votos a 14 en la comisión y cuando estallaron los incidentes se realizaba la discusión de algunos artículos en particular.
Por tratarse de una reforma constitucional necesitará una mayoría especial de 308 votos sobre un total de 513 en el recinto, y los legisladores del gobierno reconocen no haber alcanzado ese número hasta el momento. Varios diputados del bloque oficialista decidieron retirar su apoyo a la reforma previsional ante su rechazo en la opinión pública.