Los resultados en las elecciones de Francia marcaron un hito histórico, quedaron fuera de la segunda vuelta los dos partidos tradicionales del país y Emmanuel Macron y Marine Le Pen se afrentarán en el balotaje.

"El extremismo sólo lleva a desgracias y divisiones.. esta derrota es mi derrota", dijo el ex premier de Nicolas Sarkozy refiriéndose a Le Pen y al Frente Nacional.

El 7 de mayo, los franceses deberán decidir si apoyar al fundador del movimiento En Marcha!, Emmanuel Macrom y a su programa liberal-socialista o a la líder de la extrema derecha del Frente Nacional, Marine Le Pen.

Por primera vez en la historia de Francia ninguno de los dos candidatos de los grandes partidos tanto del centroizquierda (los socialistas) como del centroderecha (Los Republicanos) estarán en el balotaje.

El líder del partido socialista, Benoit Hamon, admitió la "derrota electoral y moral" y pidió a sus electores respaldar a Macron en el balotaje. También el conservador Francois Fillon, candidato de Los Republicanos, pidió respaldar al joven economista líder de En Marcha!.El representante de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, tuvo un muy buen resultado en esta primera vuelta, y no dio respaldo alguno y, por el contrario, pidió con prudencia esperar los datos definitivos y oficiales. 

La decisión entre Macron y Le Pen decidirá no sólo el futuro de Francia sino de la Unión europea: el líder de En Marcha! es un convencido "europeista" y tiene en este frente una posición opuesta a la de Le pen, que pide la salida del país no sólo de la UE sino también del euro.

La afluencia a las urnas fue  un 80%. No hubo el temido abstencionismo por temor a posibles atentados.