CATELBO asegura que las antenas de telecomunicación no afectan la salud
Las radiobases de telefonía móvil emiten una radiación menor a la de un horno microondas o una antena de TV, que resulta inofensiva para las personas o animales.
En nuestro país existen más de diez millones de líneas móviles activas, para que este servicio llegue cada vez a más personas y zonas geográficas, disminuyendo la brecha de cobertura, se requiere seguir incrementando el número de radiobases (antenas).
Eduardo Trigo, gerente general de la Cámara de Telecomunicaciones de Bolivia (CATELBO), explicó que la expansión de los servicios de telefonía celular tropieza con la desinformación en algunos sectores de la población que ven riesgos para la salud en la instalación de esta tecnología en sus barrios o comunidades.
“El número de teléfonos celulares registrados en Bolivia supera la población del país, estimada en 10 millones de personas, debido a la continuidad de las inversiones de las empresas del sector de telecomunicaciones, que se ha traducido en una importante expansión del servicio. No obstante, la demanda de líneas móviles y de tecnología 4G continúa en constante crecimiento”, dijo el ejecutivo de CATELBO.
INOCUIDAD DE LAS ANTENAS
Las radiobases de telefonía móvil emiten una radiación menor a la de un horno microondas o una antena de TV, que resulta inofensiva para las personas o animales. Esto ya ha sido corroborado y respaldado por estudios de entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS – “Los campos electromagnéticos y la salud pública”).
La telefonía celular funciona bajo el principio de “red por celdas”, que en lugar de utilizar transmisores de gran potencia y gran cobertura, subdivide su alcance en áreas más pequeñas y de muy bajas potencias llamadas celdas (cell en inglés, de ahí el nombre “cellular phone”), las cuales tienen como elemento central a las radiobases, comúnmente llamadas antenas.
Al comunicarse, los teléfonos móviles o celulares y las radiobases intercambian ondas electromagnéticas. “Para que la telefonía móvil pueda funcionar, es necesario que muchas antenas de baja potencia se conecten entre sí y, de esta forma, es posible conseguir que el usuario pueda moverse de una celda a otra sin perder la conexión”, indicó el gerente general de CATELBO.
“Si no hay estaciones suficientes, se pierde la conexión y por ende se caen las llamadas. La calidad y la consistencia de las llamadas y transmisión de datos de internet móvil, dependen directamente de la cantidad de antenas de las que disponga la red”, puntualizó Trigo.
“Creemos que con la adecuada participación de los Gobiernos Municipales, se podría desmitificar los efectos de las antenas y promover un mejor ritmo en la instalación de antenas. Las comunicaciones y la conexión a Internet se efectúan en el país principalmente por teléfonos celulares. Asimismo, las comunicaciones son fundamentales para el desarrollo”, finalizó.