El Gobierno de Venezuela publicó un comunicado en el que rechaza el informe que presentó el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y lo acusa de una intención agresiva contra su país. 

"Venezuela expresa su más profundo repudio al ilegítimo e ilícito pretendido informe… presentado por el señor Luis Almagro, quien hace de Secretario General de la Organización de Estados Americanos, desconociendo los procesos institucionales y principios de esta organización", dice el texto publicado por la Cancillería.

"Su actuación al frente de la OEA ha extralimitado sus competencias y ha estado marcada por el abuso de poder, guiada solamente por el odio que profesa a Venezuela y su complicidad con la oposición golpista, extremista y antidemocrática venezolana", agrega.

La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, añadió que: ”Luis Almagro encabeza el concierto hemisférico de la derecha fascista que hostiga, agrede y ataca con saña a Venezuela, sin escrúpulo ni ética alguna, caracterizada por el forjamiento antijurídico y fraudulento de falsos positivos contra nuestra Patria sagrada”.

INFORME DE LA OEA

El secretario general de la OEA ha presentado un nuevo informe sobre Venezuela, que consta de 75 páginas, en el que Almagro insiste en la necesidad de convocar elecciones en un período no mayor a 30 días y en presencia de observadores internacionales; la liberación de los presos políticos, la validación de leyes anuladas, así como la elección de un nuevo Consejo Nacional Electora y un nuevo Tribunal Supremo de Justicia.

"El Estado de derecho no está vigente en Venezuela; ha sido eliminado por un Poder Judicial completamente controlado por el Poder Ejecutivo, que ha anulado cada ley aprobada por la Asamblea Nacional (AN) así como sus potestades constitucionales o los derechos del pueblo, especialmente sus derechos electorales", sentenció Almagro.

En su opinión, el diálogo entre el Gobierno y la oposición con mediación internacional ha fracasado y pidió activar la Carta Democrática Interamericana, que puede desembocar en su suspensión como miembro activo de la OEA.