Una niña de 12 años falleció el martes 1 de noviembre en el hospital Doce de Octubre de Madrid tras sufrir un coma etílico mientras bebía con unos amigos el viernes anterior. El tema ha llamado la atenciónsobre la venta de bebidas a los menores, porque un adolescente no tolera el alcohol de la misma forma en que puede hacerlo un adulto.

La niña y sus amigos fueron a un descampado y bebieron, alrededor de las once de la noche, cayó desplomada, sus amigos la trasladaron al centro de salud. La atendieron, pero entró en un paro cardiorrespiratorio, pudieron revertir la situación y la trasladaron al servicio de urgencias del Hospital Doce de Octubre, estuvo en coma hasta el martes, cuando falleció. 

No se trataba de una niña que estuviera en pandillas, o viniera de una familia rota con antecedentes de alcohol o violencia. Estudiaba, era amable y sus vecinos cuentan que los padres son tranquilos y trabajadores.

LOS EFECTOS DEL ALCOHOL EN ADOLESCENTES

Según la fundación por un Mundo sin Drogas: ”La bebida es más dañina para los adolescentes que para los adultos, ya que durante la adolescencia y la juventud, el cerebro aún se encuentra en desarrollo. Beber durante este período crítico de crecimiento puede causar un daño permanente en la función cerebral, principalmente en lo relacionado con la memoria, las habilidades motoras y la coordinación".

El presidente de la Sociedad Gallega de Medicina de Urgencias, Tato Vázquez Lima, habla sobre el caso y sobre la poca importancia que se le da a los riesgos de beber alcohol.  "Es una droga muy tóxica y muy adictiva, y sin embargo hay mucha permisividad con ella. A un padre le dices que su hijo fumó 20 porros y se escandaliza, y le dices que se bebió 20 copas y la reacción no es la misma”, dijo.

La edad de inicio en consumo de alcohol es cada vez menor y se multiplican los riesgos, cuando un niño empieza a beber antes de los 15 años, es más vulnerable a convertirse en un bebedor crónico, en bebedor problemático o en adicto a otras drogas. 

Gabriel Rubio, jefe de sección de Psiquiatría del Hospital Doce de Octubre de Madrid, donde murió la niña, subrayó que ”Debe quedar claro que no existe una dosis de alcohol segura para los adolescentes. Como las embarazadas, no deberían beber nunca", porque el sistema nervioso no termina de madurar hasta los 25 años "y hasta entonces no se puede garantizar que el consumo de alcohol no afecte a su desarrollo".