Civismo y tradiciones, Luz Torrez recuerda los festejos paceños de su infancia
Luz Torrez es una dama de antaño, y junto con el Comité Cívico participa de actividades conmemorativa de la ciudad.
Luz Torrez vive en la misma casa que en los años cincuenta, cuanto todo el barrio de San Pedro solo tenía casas de adobe, pero ahora su residencia es una moderna casa remodelada en la calle Héroes del Acre. Luz es parte del Centro Cívico Cultural de los paceños, que se dedica a rememorar las tradiciones de la ciudad de La Paz, y que participará en el Desfile de tradiciones, costumbre y añejerías paceñas el domingo 23 de octubre.
Ella es una dama de antaño, y junto con el Comité Cívico participa de actividades conmemorativas de la ciudad, para lo cual se viste con vestidos elaborados con los modelos de principio de siglo y participa de eventos en los que enseña y cuenta sobre las costumbre de La Paz hace cien años. Sin embargo, ella recuerda más la época de mediados del siglo XX, su niñez y adolescencia y los festejos por el aniversario de La Paz.
Cuenta que durante su niñez el 20 de octubre era día feriado y que ella iba al desfile “bien peinada y con mis rulos” con su papá que pertenecía a la Sociedad San Lorenzo que entonces existía en la ciudad. Comenta que la caravana bajaba desde la Plaza Alonso de Mendoza donde se hacía un homenaje, por la calle Evaristo Valle, la Comercio, la calle Ayacucho hasta el Palacio consistorial donde hacían otro acto. Este acto consistía en elevar cuadros con leyendas como “Viva La Paz” o de homenaje a su fundación. “Me acuerdo como en un sueño”, dice Luz que en ese entonces tenía 8 o 9 años.
Recuerda que también festejaban los tambos, Santiago, San Bartolomé, San Antonio y otros, “se reunían y entraban en carrozas, como ahora hacen el 15 (de julio) en la noche, era lindo, mucho civismo y todos ponían la bandera paceña”. Lamenta que la costumbre de sacar las banderas se esté perdiendo y que la gente que ahora desfila ya no tenga mucho civismo “van porque tienen que ir”, señala.
Y junto al desfile se paseaban los carros, de marcas Volkswagen o Mercedes Benz, acompañaban la caravana tocando sus bocinas. Además, esos días se comía platos típicos paceños como el chaira, el plato paceño y el lechón al horno, “mi papi hacía, teníamos nuestro horno de barro. ¡ Qué cosa más rica!… tomaba mi papá unos cocteles yugueños de antes, así se festejaba lindo, algunas lo hacían con fiestas de fraternidades en sus locales, las sociedades de artesanos, el Club de la paz”, recuerda Luz.
Habla también de las verbenas del día 19 de octubre a las que acudía con sus amigos de la fraternidad “Los gladiadores”. “Ahí nos reuníamos las chicas de la época y los chicos, pero no tomaban, no habían ebrios, era muy bonito, muy sano esas verbenas, solo había sucumbé”. Cuenta que bailaban taquirari y música nacional. Y al día siguiente iban a la ofrenda floral en la Plaza Alonso de Mendoza, donde se quedaban a jugar y a pasar el tiempo, después del acto «los papás”, los fraternos y los centros cívicos “se iban a tomar cerveza a los alrededores, pero en poca cantidad no se amanecían, se recogían temprano, mi papá también iba a su sede”, añade Luz.
En los desfiles que realiza con el Centro Cívico, Luz cuenta sobre los tranvías que iban hasta Villa Victoria y sobre los personajes paceños. En una época en la que todos los vecinos se conocían, destacaban la Tía Nuñez, la Llanta Baja, que era una señora de pollera que vendía llauchas “riquísimas”, el Chancho colorado, un señor “gordo y rojo que nos hacía escapar”; también unas hermanas a quienes llamaban “la tos y el catarro porque toda la vida andaban peleando».
Añade que “ya ahora todo ha cambiado”, pero ella continúa realizando actividades para promover las tradiciones paceñas tanto para el aniversario de La Paz, para su eferméride en julio, para carnavales o dónde la inviten con el Centro Cívico del cual es parte desde el 2008, por invitación de su presidente Nelson Larrea.
Hace poco participó en el espacio Pipiripi enseñando a los niños a jugar “juegos de antaño” como parte de los festejos del 458 aniversario de la fundación de Nuestra Señora de La Paz.