Para expertos en publicidad, Corimexo representa lo que ya no queremos ver
Los publicistas coinciden al afirmar que la campaña de Corimexo no tiene buen nivel y piden que si vamos a hablar de publicidad boliviana, hablemos de lo bueno y creativo.
"Las nuevas generaciones están interpelando con enorme fuerza porque ya no la queremos ver” comenta la activista feminista Patricia Flores en referencia a la campaña de la empresa de muebles Corimexo, agregando que la sociedad boliviana "ya no quiere este tipo de mensajes". Al tiempo que publicistas bolivianos critican la calidad de la misma y llaman al profesionalismo.
Las críticas han surgido desde el mundo de la publicidad. Inmediatamente después apareció la contracampaña del colectivo publicitario McCann que exhibe el slogan "- Machismo + Creatividad” y que ofrece a la empresa de muebles una campaña “que venda sillones, no mujeres”. Además, el publicista creativo Martín Díaz Meave, en un articulo publicado en redes sociales, manifestó "Corimexo es a la publicidad boliviana lo que la mala praxis a la medicina: la excepción y no la regla, motivo de vergüenza y no de orgullo”.
Emanuell Medina del Carpio, Gerente Regional La Paz de la agencia Ludo MullenLowe, la califica como “una de las peores campañas que me ha tocado ver”. Critica a la campaña por utilizar “una analogía burda para vender un atributo del producto” y de priorizar el personaje al producto. “La marca se presenta con una personalidad desagradable, estéticamente burda, tiene pésima fotografía, los cortes de cámara son bruscos y toscos, la musicalización y sonorización es pobre, la duración es inadecuada para un comercial de redes sociales, muchos medios la censurarían por su contenido por lo tanto su difusión es limitada, en fin creo que es un trabajo básico que no tiene un pensamiento ni estratégico ni un tratamiento si quiera estético” manifestó.
Díaz comenta que “sólo llamar la atención no es hacer publicidad... provocar una polémica fácil porque la chica está desnuda y en poses provocativas, y ligar su marca al escándalo, algo que muy pocos anunciantes, sino ninguno, se daría el lujo de hacer”. Medina del Carpio comenta que “el hecho de que se dé qué hablar no es algo necesariamente positivo, y el consumidor, a más de ser un ser pensante e inteligente, es un ser sentimental, cuyos sentimientos rigen en gran medida sus hábitos de consumo. Por todo eso no creo que sea el camino comercialmente correcto, menos aún el camino ético correcto”.
La publicación de este material publicitario ha creado reacciones de grupos feministas como del colectivo feminista Mujeres Creando que inició una querella formal contra la empresa y el publicista Miguel Chávez por violencia psicolgica y mediática de acuerdo a la Ley 348. Asimismo, ONU Mujeres emitió un pronunciamiento llamando a la justicia boliviana a hacer respetar la reglamentación sobre violencia mediática y simbólica.
La activista Patricia Flores manifestó que la campaña causó polémica gracias a las redes sociales que posibilitaron la capacidad de los ciudadanos de interpelarla desde distintos ámbitos, lo que no sucedía con las dos campañas anteriores. Además afirmó que “venturosamente en el volumen publicitario este tipo de publicidades no llegan ya ni al 20%, lo que nos está demostrando que la sociedad boliviana esta cada vez más interpeladora y ya no quiere este tipo de mensajes, eso me encanta”.
Estas posiciones coinciden con el fin de la campaña “Otra Comunicación es posible” del Observatorio de Género, el cual buscaba hacer comunicación no sexista. Ante este reto, Medina del Carpio dice que es necesario enfocarse en una publicidad bien pensada, “el trabajo y la dedicación son los generadores de ideas brillantes, el esfuerzo es el que logra resulados, no la controversia o la suerte”. Díaz propone que el camino a seguir es “tomar el pulso al consumidor, adaptarse a sus demandas y generar contenidos en su lenguaje, buscando hacerlo de una manera distintiva y creativa (además, respetando los límites de la ética), eso toma tiempo, trabajo y esfuerzo. Eso es lo que hacemos en esta industria”.
Flores resalta los recursos artísticos que están surgiendo en la agencias de publicidad, mencionó a jóvenes creativos que están proponiendo piezas de gran valor artístico. Por su parte el publicista Martín Díaz llama a hablar de la publicidad boliviana que gana premios publicitarios internacionales, participa de festivales como el como el Ojo de Iberoamerica o de los creativos bolivianos que trabajan en grandes empresas de Buenos Aires, Barcelona o San José de Costa Rica. “ Si vamos a hablar de publicidad boliviana, prefiero que hablemos de lo bueno, de los pasos que como industria vamos dando" sentenció.