La unidad educativa, Voces Vitales, apoya a niños y niñas que son víctimas de acoso escolar y promueve la extinción de la violencia a través de cursos donde se imparten terapias, baile, gastronomía. Además de promover las aulas de paz.

El establecimiento ofrece cursos desde el ciclo inicial, primario y secundario y trabaja, principalmente, con menores diagnosticados con autismo, síndrome de down, epilepsia u otra enfermedad que las personas llamen “rara”.

COMUNIDAD INCLUSIVA

La directora del colegio, Karen Flores, resaltó que en el aula no sólo se imparte enseñanza a “niños especiales”, sino aquellos que cursaron clases en unidades regulares, pero que fueron discriminados o acosados, razón por la que abandona sus estudios y llegan a Voces Vitales, donde se les da “amor y respeto”.

Una de las principales características de la comunidad educativa es la promoción del respeto por “el otro”, además de que está “prohibido” usar sobrenombres o adjetivos que dañen a los alumnos y así generar una cultura de convivencia respetuosa, sin ningún tipo de violencia verbal, social, psicológica o física.

“Nuestro principio fundamental es el respeto. Aquí está prohibido el uso de celulares porque no va faltar que un vivo o viva quiera sacar fotos o grabar a su compañerito discapacitado que esta con ataque de epilepsia o convulsionando”.

Flores aclaró que el establecimiento cuenta con  la autorización del Ministerio de Educación para su funcionamiento. Además de que comienzan sus labores en febrero, tal como dispone el gobierno y acatan las vacaciones de invierno. “Los alumnos tienen tutores bien preparados”.

PREPARAR PARA EL FUTURO

La directora indicó que se capacita a los estudiantes en diversas áreas como repostería, cerámica, agricultura. Además de terapias como el baile, teatro y canto. “Buscamos que los niños cuando salgan del colegio sean independientes económicamente y puedan valerse por si mismos”.

Resaltó que en dos años se graduará la primera promoción de Voces Vitales.