Gabriela Zapata envió una carta al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Bolivia, en la que suplica por ayuda al representante de ese organismo, Denis Racicot para que interceda por sus derechos como madre y mujer. También le pide que la visite en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes para contarle “su verdad”.

El Ministerio de Gobierno respondió a las acusaciones y en una publicación afirma que:

“La Señora Zapata en ningún momento quedó incomunicada; al igual que las más de 200  internas del Centro de Orientación Femenina de Obrajes, goza de todos los derechos y garantías que asisten a las ciudadanas que privadas de libertad enfrentan procesos ante la justicia por los delitos que pesan en su contra”.

En el mismo comunicado se asegura que Gabriela Zapata no está incomunicada y que habría concedido cuatro entrevistas a medios de comunicación, “El Deber (4 de marzo), La Razón (4 de marzo), Página Siete (6 de marzo) y El Deber (17 de marzo)”. Y añade que “ha recibido al menos 87 visitas y ha conversado con familiares, amistades, abogados y periodistas que han solicitado entrevistarse con ella”.

Sobre las denuncias de amenazas telefónicas, el comunicado afirma que: “La Dirección Nacional de Régimen Penitenciario no ha recibido ninguna queja en ese sentido”.

El comunicado termina diciendo que: “El Ministerio de Gobierno pone en conocimiento de la opinión pública estos hechos para evitar que los medios de comunicación y ciudadanía sean manipulados por una campaña de desprestigio en contra del presidente Evo Morales y del Gobierno nacional”.