La Paz, 8 diciembre  (Oxígeno).- La propuesta del líder del partido Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, que consiste en suspender el referendo constitucional del 21 de febrero no fue bien recibida por el gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS) ni por la alianza de oposición con representación legislativa Unidad Demócrata (UD).

“El presidente Morales debe suspender este referéndum, dedicarse a trabajar hasta el final de su periodo el 2019 y resolver los problemas del país. Es por eso que le pedimos que sea sensato y suspenda el referéndum para que esos recursos se destinen a salud  y otros fines”, declaró el líder de UN al periódico digital Oxígeno.bo.

Indicó que si Morales apuesta a las urnas para el 21 de febrero se arriesga a perder porque considera que el contexto regional da resultados favorables a la oposición. Hizo alusión a los datos electorales de Argentina y Venezuela.

“Si a nosotros nos interesaría solamente el tema político estaríamos muy contentos, pero no estamos muy contentos porque se van a gastar 148 millones de bolivianos en ese referéndum, que no tiene ningún sentido”, justificó el político de oposición.

Las repercusiones

Las repercusiones no se dejaron esperar. El vicepresidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, quien viajó a Venezuela para observar la jornada electoral del 6 de diciembre, calificó la sugerencia de Doria Medina de “absurda, incoherente e insulsa”.

“Hablan de que esta consulta puede ser un gasto insulso cuando es un pedido del pueblo boliviano”, sostuvo el legislador del gubernamental MAS.

Las observaciones no solamente se dieron por parte del oficialismo, sino también de la oposición. Para el diputado de Unidad Demócrata, Luis Felipe Dorado, la propuesta del líder de UN es bastante “tibia”.

“Para nosotros no debe llevarse a cabo el referéndum. Evo debe cumplir su palabra y no repostularse. Nosotros somos más radicales que Samuel, él pide postergación y nosotros pedimos que no se haga el referéndum”, dijo el legislador opositor.

La sugerencia del líder de UN se da en la jornada en la que el presidente Evo Morales admitió su preocupación por las derrotas del oficialismo en Argentina y Venezuela.

El 21 de febrero de 2016, los bolivianos decidirán en las urnas si están de acuerdo o no con una reforma constitucional para que Morales vuelva a postularse el 2019 para una nueva gestión de cinco años hasta 2025.