Santa Cruz, de  de septiembre  (Oxígeno).- La primera Oficina de Registro Voluntario de Armas de Fuego abrió sus puertas en dependencias de Radio Patrullas 110 de Santa Cruz con la finalidad de empadronar la portación en una primera instancia y distribuir licencias en una segunda fase, según explicaron autoridades de Gobierno y policiales.

El Comandante Nacional de la Policía, Jorge Tellez, dijo que dicha acción es para frenar el uso indiscriminado por parte de grupos delincuenciales que han sembrado terror en las capitales con hechos de sangre que han enlutado a centenares de familia.

 “El propósito es contar con oficinas especializadas en ciudades capitales, ciudades intermedias, localidades y cantones para crear una barrera infranqueable contra la delincuencia y para que se expida la licencia de portación de armas que será un documento personal y no transferible”,  recalcó Tellez.  

En el acto de apertura estuvieron  el ministro de Gobierno, Carlos Romero; y el viceministro de régimen interior, Jorge Pérez que a su vez se comprometieron a dar toda la socialización, ayuda técnica y especializada para que el sistema funcione la brevedad posible en todo el país.

El registro de las licencias para civiles, cuando comience a estar vigente, se dividirá en cuatro categorías: para defensa personal, fines deportivos, de caza y portación de arma de fuego antigua o de colección. Todos tienen que tener un uso registro para su uso reglamentario exclusivamente destinado para lo que estaba concebido inicialmente.  

La unidad encargada del control y registró será el Instituto técnico Científico de la Policía. Estará a cargo del inventario, el control los almacenes de armería, de comercialización, reparación y recarga que también tienen que tener sus registros,

Estas empresas o tiendas de distribución de distintos tipos de artefactos de uso civil deberán presentar toda la información que el mencionado instituto les solicite.

En Bolivia solo se tienen registradas, en la actualidad, siete mil armas de fuego en  todo el país, muchas de estas que datan desde hace más de cinco décadas y basadas en un registro que ya es obsoleto en el contexto nacional, el resto de las armas pasan a ser clandestinas e ilegales a partir de la aplicación de la norma que determina la creación del mencionado Registro. .