La Paz, 23 de agosto (Oxígeno).- Lila Downs es la heredera de la inolvidable Chavela Vargas. Intérprete de la música mestiza, ella llega este lunes a la ciudad de La Paz como parte de una gira mundial para presentar sus interpretaciones que han sido grabadas en el disco "Balas y Chocolate". Ella es amiga de la boliviana Luzmila Carpio y, en una entrevista con Oxígeno, dice que quiere conocer de cerca las raíces de Bolivia.

“Como en Bolivia, en mi país existe una diversidad muy grande y la belleza es que tenemos una cultural fuerte”, declara a Oxígeno. “Desde hace unos 20 años, tanto mi país (México), como Bolivia, Argentina, Brasil y otros estamos viviendo un renacer de la música autóctona. Se está trabajando en el rescate de la música tradicional. Por esto, creo que tenemos un futuro muy prometedor, que rescata nuestras raíces y esto me llena de alegría”, dijo Lila Downs, cantante mexicana que llegará al país en agosto, para presentar su nuevo disco.

La revista Oxígeno pudo hablar con Lila sobre su nuevo disco y la gira que realizará por varios países de la región. Su presentación en nuestro país está prevista para desarrollarse el próximo 26 de agosto en el cine teatro 16 de julio, ubicado en el centro de La Paz.

En su presentación en el país, esta compositora e intérprete además de ofrecer parte su conocido repertorio, presentará “Balas y Chocolate”, su nuevo disco.

Consultada sobre el porqué del nombre del disco y la gira, Lila explicó que “es una alusión a los tiempos agridulces que vivimos: por una parte, la violencia, pero por otra, los excesos y el placer representados por el cacao, manjar de los Dioses, fruto que permanece y simboliza nuestra fuerza como nación”.

En la conversación telefónica, Lila recuerda que ya de muy niña –según su madre- cantaba rancheras y lo hacía con mucho cariño y fuerza. Cuando creció, hubo muchos aspectos que no llenaban. Pero, estudiando antropología social se dio cuenta de que quería cantar, pero de acuerdo con la historia de su país, considerando los aspectos culturales y la riqueza existente en su origen indio y la realidad latinoamericana.

Lila afirma que tuvo la fortuna de buscar canciones con las que su público se identifica, “primero en mi región, porque empecé a cantar en mi pueblo, al  sur de México; una región más indígena, con una gran diversidad de lenguas (tienen 17 idiomas)”, remarca.

Aquí empezó a cantar estas canciones tradicionales y componer temas que narran historias de personas que a veces se encuentran en situaciones difíciles y a pesar de ello luchan y logran y salir adelante, “y mi madres es una de ellas y ahí me encontré rodeada de mujeres maravillosas y fuertes que son ejemplos, y me gusta cantar sobre ellas”, afirma emocionada.

Cuando uno habla de música mexicana, inmediatamente se identifican las famosas rancheras. Nuestra entrevistada explica que esto se debe a que esta música es fuerte tanto musicalmente como en el mensaje, que emana del sentir de la población y de la melancolía del alma.

 “Como en Bolivia, en mi país existe una diversidad muy grande y la belleza es que tenemos una cultural fuerte. Y vale la pena hacer conocer esta variedad junto a las muchas tradiciones que tienen que ver con nuestra cultura prehispánica. Obviamente cosas hermosas pasaron también con el encuentro de las dos culturas: la del viejo mundo y la diversidad nativa americana, pero también hay belleza en el pasado, antes de este encuentro de dos mundos”, señala Lila Downs.

Visita a Bolivia

Durante su visita a Bolivia esta cantante mexicana, que tiene entre sus amigas a la boliviana Luzmila Carpio y otros connacionales como su ingeniero de audio, espera conocer algo más de nuestro país, conversar con músicos bolivianos, intercambiar puntos de vista y cantar resaltando nuestras raíces y compromisos con nuestro lugar de origen, buscando mejorar nuestras condiciones.

El objetivo central de la visita es presentar y difundir su más reciente álbum “Balas y Chocolate”, y como nunca antes estuvo en Bolivia, también cantará canciones antiguas, como La Llorona y otras.

Lila explica que unos cuentos temas de su repertorio se podrían considerar puristas, que los canta con guitarra y bajo. Y, la mayoría son una mixtura de elementos pero respetando la música de raíces. Si tocan una cumbia, se van a la cuestión histórica como lo interpretan los mexicanos, y le encanta explorar este aspecto.