Evo rechaza informe de EEUU y le invita a constatar reducción de coca en Bolivia
"Pido, si es posible a la cabeza el subsecretario de Estado de Estados Unidos, vengan a verificar, vengan a hablar con las Naciones Unidas y que vengan a aprender cuál es el mejor método de la lucha contra el narcotráfico”, afirmó Morales.
La Paz, 23 de agosto (Oxígeno).- El presidente Evo Morales denunció este domingo que el gobierno de Estados Unidos maneja información errónea para desprestigiar la lucha contra el narcotráfico que el estado boliviano lleva adelante, mediante la reducción de los cultivos de coca.
De acuerdo con el informe presentado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, en Bolivia hay 35.000 hectáreas de coca, cuando hace poco la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito sostuvo que, hasta diciembre de 2014, se registraron 20.400 hectáreas. Los datos de la ONU muestra un retroceso sostenido de la superficie de cultivos de coca.
Criticó a Estados Unidos por manipular la información e invitó a las autoridades estadounidenses a conocer realmente las políticas de Bolivia en la materia, cuyos resultados son hoy eficaces y palpables.
"Pido, si es posible a la cabeza el subsecretario de Estado de Estados Unidos, vengan a verificar, vengan a hablar con las Naciones Unidas y que vengan a aprender cuál es el mejor método de la lucha contra el narcotráfico”, afirmó Morales.
"Esa información que llega de EEUU, de que tenemos 35.000 hectáreas, es simplemente para decir que la forma de lucha contra el narcotráfico que encabeza Estados Unidos es un fracaso, es para defender a los países donde han crecido las plantaciones de coca y también el narcotráfico. Por eso decía permanentemente que las políticas de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico están orientados a un interés netamente geopolítico; no hay ningún interés de lucha contra el narcotráfico", añadió, en declaraciones a la prensa.
Por último, Morales exhortó a Estados Unidos a aportar y cooperar en la lucha contra los narcóticos, pero en responsabilidad compartida y no con bases militares o con la presencia de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).