Soux: Las revoluciones de Mayo y Julio de 1809 fueron parte de un solo movimiento
La Paz y Chuquisaca fueron parte de un mismo movimiento en 1809, un movimiento que no levantó la demanda de la independencia sino que se hizo en nombre del rey Fernando VII, y un movimiento que no tuvo el discurso del héroe sobre “la tea que dejo encendida…”. Sin embargo, nada de eso le resta importancia histórica a este suceso en el que la sociedad actuó y tomó decisiones en soberanía, dice la historiadora María Luisa Soux.
La Paz, 19 de julio (periódico digital PIEB).- La Paz y Chuquisaca fueron parte de un mismo movimiento en 1809, un movimiento que no levantó la demanda de la independencia sino que se hizo en nombre del rey Fernando VII, y un movimiento que no tuvo el discurso del héroe sobre “la tea que dejo encendida…”. Sin embargo, nada de eso le resta importancia histórica a este suceso en el que la sociedad actuó y tomó decisiones en soberanía, dice la historiadora María Luisa Soux.
La Coordinadora de Historia, de la que Soux es miembro, ha trabajado en la serie Bolivia, su historia, una colección de seis tomos que aborda la mirada arqueológica (10000 a.C – 1542 d.C); los siglos coloniales (1542-1700); las reformas, rebeliones e Independencia (1700-1825); la República de Bolivia: desde su emergencia y nacimiento hasta sus centenarios (1825-1925); y el siglo XX: del nacionalismo al Estado Plurinacional.
El tema de los sucesos del 16 de Julio de 1809 está en el tomo tres “Reformas, rebeliones e Independencia (1700-1825)”, coordinado por la investigadora María Luisa Soux, quien responde a esta entrevista del Periódico Digital del PIEB. El tema específico de la gesta del 16 de Julio fue desarrollado por su colega historiadora Rossana Barragán.
¿Con qué enfoque se ha abordado el proceso del 16 de Julio de 1809 en Bolivia, su historia?
Entre las cosas importantes que se establecen es que no va esa discusión de si fue primero La Paz o Chuquisaca (25 de mayo de 1809), o si una fue más radical que la otra, porque las investigaciones de Rossana Barragán muestran en realidad un solo movimiento y alianzas muy interesantes entre Chuquisaca, La Paz y Santa Cruz, por un lado, y por el otro lado Potosí con el gobernador (Francisco de Paula Sanz) que maneja todo el lado que nosotros le llamamos realista. Él dirige todo este no reconocimiento a los movimientos de Chuquisaca y de La Paz. Entonces ella (Barragán) trabaja con documentación, más de 100 mil hojas de documentación que está en el archivo de Buenos Aires. No solamente no están en competencia (La Paz y Chuquisaca), sino que son aliados y están constantemente en relación un movimiento con el otro movimiento.
Eso sucede el 16 de Julio…
Son movimientos que van juntos. No son contrarios. El que lleva la visión contraria es Potosí, el gobernador es el que dirige la contrarrevolución. Ese es un primer punto importante. El segundo punto (del estudio del suceso) es que ninguno de los dos, tampoco los movimientos de 1810, son por la independencia sino que los hacen en nombre de Fernando VII, es decir a nombre del rey. Ellos no están de acuerdo justamente con lo que está ocurriendo en España, que hay una nueva Junta, que hay una regencia, y entonces es contra ellos que se levantan, y también contra el rumor de que los portugueses quieren aprovechar esta circunstancia para entrarse a las colonias. No son movimientos que dicen inmediatamente “queremos independizarnos”, no, no es así. Esto se va construyendo poco a poco, y todos los que hemos trabajado el tema hemos encontrado exactamente lo mismo. Lo que también se trabaja (con Rossana Barragán) es que la tea de (Pedro Domingo) Murillo, que es el símbolo (del 16 de Julio), es una tea de la libertad que no es de Murillo sino más bien (José Fernando de) Abascal, el virrey del Perú, que dice “esta tea de la sublevación en América ya no se va a apagar”. Pero no es Murillo sino es del lado realista que se habla de esta idea e imagen de la tea.
Lo que demuestra que toda esta historia se ha ido construyendo poco a poco a partir de lo que llamamos una historia patria, es decir esa historia de héroes y villanos...
Esta idea de la tea de la libertad, tampoco era una libertad vinculada a la independencia…
En primer lugar era idea de una tea, pero no de la libertad sino de la rebelión; por otro lado esta idea del símbolo de la tea nunca la tiene Murillo, no hay ningún documento que diga que Murillo dijo “la tea que dejo encendida…”. Nada, eso es algo que viene después, se construye después en la memoria de los pueblos. Pero claro todo esto es políticamente incorrecto, digamos, dentro de la historia patria porque toda la historia del 16 de Julio se construye alrededor de la tea de Murillo.
¿Fueron básicamente lo sectores intelectuales?
Los intelectuales, pero dentro de los que conspiraban y se levantaron estaba el propietario de un billar, caciques, gente del pueblo, gente que ahora se puede calificar de bohemia y gente de la elite. Había de todo.
¿Cuál era la idea de libertad en ese momento?
Es importante ubicar cada uno de estos conceptos en la época, en este caso libertad podía ser libertad frente a las autoridades que eran abusivas, frente a Buenos Aires, y no necesariamente libertad es igual a independencia, ¿independencia de quién, del virreinato o de España? La idea de libertad es mucho más ambigua, mucho más amplia, y en ningún momento se está hablando, menos en 1809, de una libertad frente a la metrópoli, sino una libertad para acabar con los abusos de las autoridades.
En el tomo“Reformas, rebeliones e Independencia 1700 a 1825”, el 16 de Julio está dentro de este último momento de la independencia…
Está dentro y se llama “El largo proceso hacia la independencia” porque es un proceso que tarda muchos años en consolidarse, inclusive la idea de independencia, que empieza como junta de defensa al rey contra la invasión francesa y todo lo demás, poco a poco conforme van pasando 15 años, se consolida y termina siendo una idea de independencia absoluta.
Esta visión (o enfoque) está basada en documentación, en un debate constante de todos los que hemos trabajado en Bolivia, su historia, pero posiblemente a los movimientos cívicos o a otras personas no les va a convencer porque rompe toda una tradición de festejos. Que no sea independencia no es que se le quite la importancia que tuvo porque fue una junta muy importante donde los miembros de la ciudad tomaron decisiones importantes, en soberanía, eso creo que es lo más relevante.