El papa León XIV advierte sobre la Pachamama y la idolatría a la naturaleza
En el Encuentro de Obispos de la Amazonía, a través de un telegrama, el papa León XIV advirtió contra la idolatría de la naturaleza. Subrayó que el cuidado de la creación es un “derecho y deber” de los cristianos; sin embargo, alertó que no debe convertirse en un culto que desplace a Cristo como centro de la misión eclesial.

En el marco del Encuentro de Obispos de la Amazonía, que se celebra del 17 al 20 de agosto en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), en Bogotá, el papa León XIV advirtió sobre la Pachamama y la idolatría a la naturaleza.
En el Encuentro, el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, transmitió el saludo y agradecimiento del Papa León XIV a los más de 90 prelados de la región.
Así, en un punto del telegrama el Sumo Pontífice advirtió contra la idolatría de la naturaleza. León XIV subrayó que el cuidado de la creación es un “derecho y deber” de los cristianos; sin embargo, alertó que no debe convertirse en un culto que desplace a Cristo como centro de la misión eclesial.
En la misiva, el pontífice llamaba a “que nadie destruya irresponsablemente los bienes naturales que hablan de la bondad y belleza del Creador”, así como que tampoco “se someta a ellos como esclavo o adorador de la naturaleza”.
En su mensaje, dirigido al Cardenal Pedro Barreto Jimeno, Presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonia, el Santo Padre agradeció a los prelados “el esfuerzo realizado por promover el mayor bien de la Iglesia en favor de los fieles del amado territorio amazónico”.
Recordando lo aprendido durante el Sínodo de la Amazonía, celebrado en octubre de 2019, el Pontífice les exhortó a buscar, en base a la unidad y colegialidad propia de un “organismo episcopal”, modos concretos y eficaces de ayudar “a los obispos diocesanos y a los vicarios apostólicos a llevar a cabo su misión”.
Para lograrlo, el Papa León XIV propone las dimensiones de la misión de la Iglesia de anunciar el Evangelio a todos los hombres, el trato justo quienes allí habitan y el cuidado de la “casa común”.
“Es preciso que Jesucristo, en quien se recapitulan todas las cosas, sea anunciado con claridad e inmensa caridad entre los habitantes de la Amazonia”, afirmó el Papa, destacando que es necesario “darles fresco y limpio el pan de la Buena Nueva y el alimento celeste de la Eucaristía, único medio para ser realmente Pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo”.
Asimismo, subrayó que “allí donde se predica el nombre de Cristo la injusticia retrocede proporcionalmente pues, como asevera el Apóstol Pablo, toda explotación del hombre por el hombre desaparece si somos capaces de recibirnos unos a otros como hermanos”.
Dentro de esta “doctrina perenne”, el Santo Padre remarcó la importancia de cuidar la “casa” que Dios Padre “nos ha confiado como administradores solícitos, de modo que nadie destruya irresponsablemente los bienes naturales que hablan de la bondad y belleza del Creador”.