López Obrador confunde a Bolivia con Ecuador, se retracta y agradece el apoyo de Luis Arce
"Para que no se vaya a interpretar lo de mi error de confundir a Bolivia con Ecuador, decir que ayer hablé con Luis Arce, presidente de Bolivia, y fue muy fraterno. También estuve pendiente de la solidaridad expresada por Evo Morales. Y así otros gobiernos, sin que lo pidiéramos, Nicaragua decide romper relaciones con Ecuador. Y le agradecemos a Nicaragua porque nobleza obliga. Y vamos a continuar", dijo López Obrador.
Una singular confusión tuvo el presidente de México, Manuel López Obrador, al ofrecer una conferencia de prensa sobre la irrupción policial ecuatoriana a la Embajada azteca en Quito.
El mandatario azteca confundió a Ecuador con Bolivia, aunque se retractó de inmediato y aprovechó el momento para agradecer el apoyo de su homólogo boliviano, Luis Arce, además de Gobiernos de otros países.
“No quieren a Bolivia y, sin duda, no quieren su pueblo. Perdón, a Ecuador. No quieren al pueblo ecuatoriano, que es un pueblo bueno, noble, un pueblo hermano. Pero quienes tomaron esa decisión no saben o tienen malos instintos o, de plano, están mal aconsejados”, indicó López Obrador.
Inmediatamente después, el Presidente de México enfatizó que el error se debió a que tomó contacto con Luis Arce y pidió que no se magnifique la equivocación.
"Para que no se vaya a interpretar lo de mi error de confundir a Bolivia con Ecuador, decir que ayer hablé con Luis Arce, presidente de Bolivia, y fue muy fraterno. También estuve pendiente de la solidaridad expresada por Evo Morales. Y así otros gobiernos, sin que lo pidiéramos, Nicaragua decide romper relaciones con Ecuador. Y le agradecemos a Nicaragua porque nobleza obliga. Y vamos a continuar", dijo.
En la conferencia de prensa, López Obrador también confirmó que se denunciará a Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia y descartó usar la fuerza contra el país sudamericano.
"Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho. Esto para los hermanos ecuatorianos, que son nuestros hermanos, para que no haya nada que temer y, como siempre lo decimos, no somos iguales, nosotros no somos autoritarios, no somos fachos, no pensamos que los problemas se resuelvan con el uso de la fuerza", declaró.
Pero advirtió de que en su Gobierno "no pueden quedarse callados ante un agravio como el que sufrió" la "representación diplomática en Ecuador" y por eso están elaborando el documento que presentarán ante la CIJ, con sede en La Haya.
"Eso es lo que nos importa, que se actúe, porque se trata de una violación, no solo a la soberanía de nuestro país, sino al derecho internacional, al derecho de asilo, al derecho que tienen todas las naciones de tener protección a sus embajadas, esto no se puede permitir, no se puede aceptar en ningún caso", argumentó.
La crisis entre México y Ecuador comenzó el jueves pasado, cuando el Gobierno de Daniel Noboa declaró persona non grata a la embajadora mexicana, Raquel Serur, en respuesta a comentarios que López Obrador hizo el miércoles sobre el asesinato del excandidato presidencial Fernando Villavicencio y sus consecuencias electorales.
México anunció el viernes que buscaría traer como asilado político al exvicepresidente Jorge Glas (2013-2017), quien se resguardaba en la embajada ante un proceso penal por corrupción, por lo que las autoridades ecuatorianas ingresaron por la fuerza para arrestarlo, lo que provocó que López Obrador rompiera las relaciones.
El presidente de Ecuador publicó el lunes una carta en la que aseveró estar "dispuesto a resolver cualquier diferencia" con México, pero reiteró que "la justicia no se negocia", mientras que la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, alegó que México incumplió primero la Convención de Viena y la de asilo.
Pero López Obrador reviró ahora que "tampoco se puede utilizar ningún pretexto, ninguna excusa, para violar un derecho como es el derecho de asilo y el derecho de protección de una embajada”.
El mandatario mexicano, además, reveló imágenes de cámaras de seguridad del interior de la sede diplomática que muestran "escenas muy dolorosas" del "asalto autoritario", como el hecho que agentes le apuntaron con una pistola a Roberto Canseco, jefe de la Cancillería, mientras se llevan a Glas cargando.
Además, agentes ingresaron y salieron con dos vehículos, y sometieron al personal diplomático en la calle, según denunció el Gobierno de México.