El 15 de octubre será la fecha clave en Ecuador para determinar su próximo presidente, en una nueva confrontación entre las corrientes socialista y de derecha para liderar un país polarizado, que enfrenta desafíos relacionados con el narcotráfico y aún está de luto por el asesinato de un candidato.

Luisa González, respaldada por el expresidente socialista Rafael Correa (2007-2017), competirá contra la sorpresiva figura de Daniel Noboa, hijo de uno de los empresarios más adinerados de Ecuador. Ambos se autoproclamaron ganadores de las elecciones del pasado domingo, obteniendo el 33% y 24% de los votos respectivamente.

En medio de una jornada electoral tensa, los candidatos emitieron sus votos protegidos por medidas de seguridad sin precedentes, como chalecos antibalas y cascos, en un contexto en el que el país se encuentra bajo un estado de excepción tras el asesinato del aspirante presidencial Fernando Villavicencio el 9 de agosto.

Así, Ecuador deberá esperar para, finalmente, elegir a su nuevo presidente y vicepresidente en medio de una sangrienta guerra territorial entre organizaciones delictivas rivales que, en su lucha por controlar las rutas del narcotráfico, tienen al país sumido en la violencia.

El asesinato de Fernando Villavicencio, quien fuera candidato presidencial por el Movimiento Construye, a solo pocos días de las elecciones generales supuso un complejo panorama de seguridad para los ecuatorianos.

Ahora Noboa y González se volverán a enfrentar en las urnas en una segunda vuelta donde se definirá quién será el próximo presidente o presidenta de Ecuador.