El Papa Francisco padece de fiebre y cancela su agenda para este viernes
El sumo pontífice había tenido una jornada muy cargada el día anterior y presentaba signos de cansancio.
Por un estado febril, el Papa canceló las audiencias programadas para esta mañana, informó este viernes la Sala de Prensa del Vaticano.
De 86 años y luego de haber estado internado a fin de marzo por una neumonía grave, ayer el Papa había tenido una jornada muy densa de audiencias y citas y evidentemente agotadora.
Recibió por la mañana a miembros del dicasterio (ministerio) para el Servicio del Desarrollo Humano e Integral; a monseñor Giampiero Gloder, nuncio (embajador del Vaticano) en Cuba; a monseñor Luigi Benazzi, nuncio en Albania; a Ignasius Jonan, ministro para la Energía de Indonesia, junto a su familia; al cardenal filipino Luis Antonio Tagle, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización; a nuevos sacerdotes y diáconos de la diócesis de Roma; a participantes del Capítulo General de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad (Obra de Don Orione), y a participantes al Encuentro de Referentes diocesanos del Camino Sinodal Italiano.
Por la tarde, estuvo dos horas en un evento en ocasión del décimo aniversario del movimiento educativo Scholas Occurrentes, en el aula magna del Instituto Augustiniano. En ese encuentro, en el que hacía mucho calor, como siempre, al final, saludó, una por una, a las 200 personas presentes, entre las cuales había alcaldes iberoamericanos, entre ellas la alcaldesa de El Alto, Eva Copa.
Se especula con que, justamente después de semejante esfuerzo en la jornada de ayer, puede haberse originado el estado febril que lo obligó a suspender las audiencias previstas para esta mañana.
Ayer, al margen del evento de Scholas, el papa Francisco también concedió una entrevista a Telemundo, en la que habló de su salud y confesó que, si bien había mejorado su tema de movilidad por el problema en su rodilla derecha, a veces tenía momentos de mucho dolor.
“(Estoy) mucho mejor. Ya puedo caminar. La rodilla se fue arreglando, antes no podía caminar. Ahora he vuelto a caminar. Hay días que eran más dolorosos, como hoy. Pero es parte del desarrollo”, dijo.
Ante una pregunta por su repentina internación en el hospital Gemelli de Roma, del 29 de marzo pasado, el Papa admitió que “fue una cosa inesperada” y reiteró que se trató de una “pulmonía aguda que me agarró durante la audiencia (general de los miércoles), frente a la audiencia”.
“Pero la agarramos a tiempo, me dijeron, y si hubiéramos esperado un poco más de horas, hubiera sido más grave”, reconoció. “No, salí... en cuatro días, salí”, evocó, al aludir al hecho de que fue dado de alta en tiempos breves y que, así, pese a esa internación, pudo presidir todas las ceremonias de la Semana Santa.
Cuando el periodista de Telemundo, Julio Vaqueiro, le comentó que se lo veía muy bien, Francisco contestó con su habitual humor porteño. “Ya estoy en la edad que hay que decir: ‘que bien se lo ve’. Es el piropo a los viejos”, comentó.
Y, ante otra pregunta sobre su clásico pedido de rezar por él a la hora de saludar a las personas o a las multitutes, subrayó que esas oraciones por supuesto lo ayudan a tener fuerza.
“Es evidente. Hay cosas que no las entiendo, pero es la gente que intercede por el pastor. A veces la gente no se da cuenta del poder que tiene con la oración por sus pastores”, reflexionó. “La oracion de los fieles hace milagros, en serio. Cuida al pastor, cualquier pastor, sea párroco, obispo o cualquier pastor: está como defendido, acorazado, con coraza”, explicó.