El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Christian Salazar, calificó hoy de inaceptables las muertes en las protestas sociales en Perú y la estigmatización de estas y de los manifestantes.

El alto funcionario, llegado en una visita de observación de la situación de esos derechos, sostuvo hoy reuniones con la mesa directiva del Parlamento y con el primer ministro, Alberto Otárola, en medio de persistentes manifestaciones que reclaman la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.

Tras la cita con los legisladores, dijo que planteó lo inaceptable del saldo de las protestas, de más de 50 muertes y centenares de heridos, sobre todo en el sur del país.

“Hemos hablado sobre lo inaceptable que son las muertes y los heridos en las manifestaciones recientes, la importancia de tomar medidas inmediatas para que no vuelvan a ocurrir y de investigaciones contundentes de estos casos”, expresó.

Planteó igualmente la necesidad de que el Estado peruano garantice el derecho a la protesta, “aun en situaciones tan complejas como las que Perú vive ahora” y de que se evite erstigmatizar a las manifestaciones o a quienes participan en ellas como terroristas, lo que se hace con frecuencia en el Parlamento y sectores de la prensa.

Salazar incluyó en el diálogo que los actos de violencia y destrucción de infraestuctura tienen que ser investigados y sancionados con respeto al debido proceso.

En la reunión con el primer ministro Otárola, “hemos pedido información sobre qué está haciendo el Gobierno para evitar que estas muertes y heridos se repitan, que se investiguen bien los casos”, declaró el funcionario que ayer fue recibido por la presidenta Dina Boluarte.

Precisó que su visita tiene como objetivo apoyar y fortalecer las capacidades del Estado peruano “en el respeto de los derechos humanos en el país” y anunció que al final de la visita emitirá un comunicado sobre la situación peruana.