La multitudinaria protesta en el centro de Lima encabezada por miles de personas para pedir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte culminó con violentos choques con la policía, un edificio histórico incendiado y la resistencia de la mandataria, que descartó renunciar y aseguró que "el gobierno está firme".

Sin embargo, para este viernes se espera una nueva jornada de marchas antigubernamentales. “No nos van a amedrentar, no nos van a intimidar”, advierten manifestantes contra Boluarte en Lima.

Los manifestantes reclaman la renuncia de la presidenta Boluarte, la sanción para los responsables de los más de cuarenta muertos por disparos de las fuerzas de seguridad, el cierre del Congreso controlado por la derecha, elecciones para este año 2023 y una Asamblea Constituyente. Algunos sectores también la liberación del expresidente Pedro Castillo.

“Estamos siendo muy claros en nuestros pedidos, es una plataforma común a nivel nacional. Lo que está habiendo en este país es una masacre”, señala la dirigente social Olinda Vertel.

Un jueves negro

Miles de manifestantes llegados en su mayoría desde el sur del país se congregaron en los alrededores de la plaza San Martín de la capital peruana desde las primeras horas del jueves, el escenario del más reciente episodio de la crisis política que envuelve al país andino desde hace un mes.

Los manifestantes, que inicialmente se habían concentrado de forma pacífica en una calle cercana a la plaza, se toparon con cerca de 11 mil agentes de policía que custodiaban la plaza. Algunos les arrojaron piedras y botellas a los policías, quienes respondieron lanzando gases lacrimógenos.

Las protestas, que comenzaron cerca del mediodía, se extendieron durante el transcurso de toda la jornada. Por la noche, un histórico edificio cerca de la zona de las manifestaciones se incendió y los bomberos se abocaron a la tarea de apagar el fuego que se extendía varios metros hacia el cielo.

El jefe de los bomberos, Luis Ponce, dijo que desconocía el origen del incendio y si tenía alguna relación con las protestas. Añadió que no se registró ninguna víctima ni heridos.

En una declaración de prensa emitida junto a un grupo de ministros en el Palacio de Gobierno de Lima, la presidenta Dina Boluarte negó que vaya a renunciar.

"Quiero desmentir las noticias falsas (...) el gobierno está firme y su gabinete más unido que nunca", enfatizó la mandataria.

La gobernante aseguró que, a pesar del incremento de las protestas y enfrentamientos, mantiene su invitación al diálogo con las fuerzas políticas y sociales que exigen su renuncia y el cierre del Congreso, así como la convocatoria a elecciones generales y una asamblea constituyente.

"Nuevamente llamo al diálogo, llamo a la calma", remarcó.

Anunció también que las autoridades actuarán "con todo el peso de la ley" y están "individualizando a estos malos ciudadanos que están generando actos de violencia".

La jefa de Estado también elogió el "inmaculado" accionar de la Policía Nacional durante las manifestaciones de este jueves en Lima "y en algunos lugares focalizados donde las protestas violentas han ocurrido".

Incluyó en su agradecimiento a los integrantes de la Fiscalía de la Nación, de la Defensoría del Pueblo y a la prensa, a la que manifestó su solidaridad "por "aquellos hombres y mujeres de prensa que han sido agredidos" durante las protestas.

"Los actos de violencia generados a lo largo de estos días, desde diciembre hasta ahora, en enero, no quedaran impunes, el gobierno actuará dentro del marco de la Constitución y las leyes", dijo.

Incidentes en el sur

Al mismo tiempo, en Arequipa, segunda ciudad de Perú, un manifestante murió y otros 10 quedaron heridos durante una batalla campal entre las fuerzas del orden y un millar de indignados que a punta de pedradas intentó tomar por asalto el aeropuerto, siendo repelidos con gases lacrimógenos.

"Lamentamos el fallecimiento de una persona durante enfrentamientos en el puente Añashuayco, vía que se ubica en el norte de la ciudad", indicó en Twitter la Defensoría, que solicitó a la fiscalía una investigación rápida de los hechos para determinar responsabilidades.

Los aeropuertos de Cusco y de Arequipa suspendieron sus operaciones por seguridad. El servicio de ferrocarriles entre Cusco y la ciudadela inca Machu Picchu, joya del turismo de Perú, también se suspendió, informó la compañía operadora.