EEUU prueba con éxito su capacidad para interceptar misiles de Corea del Norte
La prueba se realizó desde la costa de California en plena escalada de tensión por los intentos de Pyongyang de desarrollar un misil balístico de largo alcance
El Ejército de Estados Unidos realizó este martes una prueba militar sin precedentes para comprobar su capacidad de interceptar un misil balístico en el Pacífico. La prueba se produce en pleno aumento de tensión por los repetidos intentos de Corea del Norte por conseguir un proyectil balístico que atraviese parte o todo el océano en dirección a la costa Oeste de EE UU. Es la primera vez que se simula un ataque real con misiles desde el Pacífico para probar las defensas desde tierra.
Pasadas las 12 del mediodía, hora de California, un misil fue lanzado desde la base de pruebas Ronald Reagan del atolón Kwajalein, en las Islas Marshall. "Múltiples sensores", según el relato del Departamento de Defensa, encontraron el objetivo y enviaron la información de su localización al centro de comunicaciones del Ejército. Un radar en el mar también encontró el objetivo y siguió su trayectoria. La información la recibió el sistema de defensa de misiles en tierra (GMD, por sus siglas en inglés).
Desde la base aérea Vandenberg, situada en la costa del sur de California, entre las localidades de Santa Bárbara y Santa María, despegó uno de los misiles del GMD. En el aire, soltó un proyectil que fue en busca del misil balístico. En algún punto sobre el Pacífico, lo destruyó. El Departamento de Defensa anunció el "éxito" de la misión minutos después de las 13.30, hora de la costa Oeste (GMT-9), pero no proporcionó ningún detalle más. Estados Unidos se había disparado un misil intercontinental a sí mismo y lo había destruido en el aire.
"Las primeras indicaciones dicen que la prueba ha conseguido su objetivo principal, pero los funcionarios del programa continuarán evaluando el rendimiento del sistema" con la información obtenida en la prueba, dijo el Departamento de Defensa.
El lanzamiento del misil de interceptación fue visible desde casi 100 kilómetros a la redonda, incluyendo Los Ángeles, aunque el choque no se pudo ver desde la costa de EE UU.
El objetivo del simulacro es ensayar la respuesta a un posible ataque de Corea del Norte contra objetivos estadounidenses en el Pacífico o la propia costa Oeste en caso de que ese país consiguiera desarrollar misiles balísticos de largo alcance capaces de cruzar el océano con una cabeza nuclear. La capacidad militar real de Corea del Norte es un misterio. Existe el convencimiento internacional de que aún no puede lanzar proyectiles que lleguen a objetivos como Australia o Hawáii, pero su osesión declarada es alcanzar objetivos de Estados Unidos y las pruebas que realiza van en esa dirección. /El País