El Papa Francisco llegó a Egipto 3 semanas después del atentado de Domingo de Ramos
Francisco relanza el diálogo con el Islam moderado e intenta aislar a los grupos extremistas y violentos que usan la religión para justificar sus acciones.
A menos de tres semanas de los atentados contra las iglesias coptas el Domingo de Ramos, y a menos del ataque armado al monasterio de Santa Catalina, en el Sinaí, en el que una célula del Estado Islámico sembró el terror entre la comunidad cristiana, el Papa Francisco aterrizó en el aeropuerto de El Cairo a las 14.00 (hora local), donde le esperaba una comitiva de bienvenida.
Los miembros de la comitiva, encabezada por el Ministro delegado del Presidente de la República, por el Patriarca de Alejandría de los Coptos Católicos Su Beatitud Ibrahim Isaac Sedrak, por el Nuncio Apostólico en Egipto Mons. Bruno Musarò, por el Obispo de Luxor Mons. Emmanuel Bishay y por el Secretario de la Nunciatura Apostólica P. Jan Thomas Limchua, recibieron al Santo Padre junto a la escalera del avión papal.
“También este viaje tiene una expectativa especial. Es un viaje hecho por invitación del Presidente de la República, del Patriarca, del Papa Tawadros II, Patriarca de Alejandría de los Coptos, del Patriarca Católico de los Coptos y del gran imán de Al-Azhar”, explicó el Papa.
Asimismo, aseguró que “es un viaje de unidad, de hermandad”. “Os agradezco por vuestro trabajo que en menos de 2 días será bastante intenso”, concluyó.
En El Cairo, el Papa, acompañado por el Ministro, se ha dirigido al Palacio Presidencial en un coche cerrado que, por voluntad del Pontífice, carece de blindaje. Allí será recibido por el Presidente de la República, Abdulfatah Al-Sisi, para mantener un encuentro privado.
Posteriormente, visitará al Gran Imán de la Universidad y Mezquita de Al-Azhar y pronunciará un discurso ante los participantes en la Conferencia Internacional sobre la Paz. El sábado 29, celebrará Misa a las 10.00. A las 12.15 almorzará con los obispos egipcios y con el séquito papal. A las 15.15 mantendrá un encuentro de oración con sacerdotes, religiosos, religiosas y con seminaristas.