La presidenta Bachelet se presentó esta mañana en Ginebra, Suiza, en una sesión extraordinaria del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, y pidió un voto de confianza para su país ya que promueve los derechos de las personas. Además llamó a no instrumentalizar el Consejo para propósitos de un Estado. El presidente Morales denunció en el mismo organismo la violación de los DDHH de los bolivianos que cruzan la frontera a su país.

"Chile es un país abierto al mundo y un decidido promotor de los derechos de las personas, y promoviendo estos principios postulamos a reintegrar este Consejo en el periodo 2018—2020. Pido a todos los países presentes, miembros y observadores, nos otorguen su voto de confianza”, declaró la presidenta.

Aunque no hizo referencia a Bolivia, ni a la denuncia que presentó el presidente Morales en 2016, hizo énfasis en llamar a: 

“Preservar la esencia de este Consejo e impedir que sea instrumentalizado para propósitos subalternos de algún Estado. Todos somos responsables de asegurar que el sistema internacional funciones como es debido. Un elemento fundamental es el principio de adhesión al Derecho Internacional, lo que incluye el respeto a los tratados y el no hacer mal uso de los mecanismos o instituciones que se hayan diseñado para resolver las diferencias", subrayó la Mandataria. 

DENUNCIA BOLIVIANA

La declaración se da en un contexto complicado en la relación con Bolivia, por la detención de dos militares y siete funcionarios de la Aduana nacional que protegían al país del Contrabando y que fueron detenidos y acusados por robo; además de la intimidación, detención y expulsión de periodistas bolivianos.

El presidente Evo Morales denunció a Chile ante el mismo Consejo por el incumplimiento del Tratado de 1904 y la violación sistemática de los derechos humanos de los bolivianos que transitan en la frontera.

"El derecho de Bolivia debe ser del más alto e irrestricto por territorio chileno y sus puertos para personas y toda clase de carga. Sin embargo, ese derecho no se cumple y es sistemática y premeditadamente negado al pueblo boliviano", argumentó y aseguró que a pesar de los abusos que soportan los bolivianos, el Gobierno está dispuesto a resolver las controversias entre ambos países a través del diálogo.