Procuraduría pide perdón a 3 mujeres indígenas encarceladas injustamente
En un histórico evento, la Fiscalía de México pidió perdón a 3 mujeres de la etnia hñähñú, encarceladas 4 años, acusadas por secuestrar a 6 agentes de la policía federal.
El procurador General de la República de Mèxico, Raúl Cervantes, realizó un reconocimiento público de inocencia y disculpa a tres mujeres de la etnia hñähñú encarceladas por secuestro, Jacinta Francisco Marcial, Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio. Cumplía la orden de un juez federal mexicano.
"En mi carácter de titular de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía federal) ante ustedes reconozco públicamente su inocencia respecto de los delitos que se les atribuyeron en forma injusta, y determinaron su privación ilegal de la libertad", dijo el procurador Cervantes.
Las mujeres indígenas estuvieron en la cárcel tres años y ocho meses, fueron sentenciadas a 21 años de prisión por el secuestro de seis agentes de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y tráfico de cocaína. El procurador reconoció que las pruebas "no eran suficientes para las conductas que les fueron atribuidas de manera injusta".
Después de que organizaciones de Derechos Humanos y Amnistía Internacional tomarán su defensa, el 28 de abril de 2010, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró la inocencia de una de las mujeres, Jacinta Francisco Marcial y fue liberada; y poco después emprendió un juicio para exigir la liberación de las otras dos mujeres, una disculpa pública y el reconocimiento de su honestidad.
En el acto, Teresa González reconoció que este es un gran logro: "Para mí esta disculpa pública es una gran victoria, porque cierra once años de lucha apoyados por defensores de derechos humanos y Amnistía Internacional", dijo y expresó la esperanza de que esos casos no vuelvan a suceder y "que no se fabriquen pruebas falsas, para que nunca más otras personas vallan a parar a la cárcel por delitos que no cometieron".
Alberta Alcántara no pudo contener las lágrimas y lamentó los maltratos policiales injustos que recibió "por ser indígena y pobre, hay muchas víctimas como nosotros, espero que esta primera disculpa pública no sea la última”.
La hija de Jacinta dio un discurso en lengua indígena, en el que criticó a los funcionarios corruptos y afirmó que "la disculpa es tardía y obligada, por funcionarios corruptos, ineptos e inconscientes”.
"En la cárcel no están solo los delincuentes, están los pobres y los que desconocen sus derechos, pero los delincuentes de mayor poder y de cuello blanco no existen en las cárceles, donde no conocimos a ningún rico", afirmó.
Las tres mujeres enfrentaron un juicio injusto y fueron condenadas a 21 años de carcel.