Más de 13.000 personas fueron ejecutadas en una cárcel Saydnaya de la ciudad de Damasco en Siria, durante cinco años, informó la ONG humanitaria Amnistía Internacional en un informe en el que reporta que se realizaron ahorcamientos masivos entre el 2011 y 2015.

En el informe, basado en entrevistas a 31 expresos y más de 50 funcionarios, Amnistía asegura que las ejecuciones fueron autorizadas por altos funcionarios, incluyendo los vicepresidentes de Bashar Assad. Las autoridades sirias negaron las ejecuciones masivas, pero según el informe en la cárcel de Saydnaya grupos de 20-50 personas eran colgadas una o dos veces por semana.

En el informe también se explica que ex presos hablan de un “ciclo interminable de palizas” que comienzan en el viaje después de la detención, de abusos al llegar a una prisión. Y en algunos casos, todos los días por cualquier infracción menor de las normas”.

El informe también denuncia condiciones infrahumanas, celdas pequeñas, falta de atenciónmédica, hacinamiento, amenazas y violaciones. “Hay personas que sufren problemas mentales agudos debido al hacinamiento y la falta de luz solar. En algunos casos, nos dijeron que podía haber más de 50 personas en una celda de sólo 3 por 3 metros”, dice el inorme.

Amnistía Internacional pide al gobierno sirio que permita la entrada de observadores independientes para investigar las denuncias y a los lectores que envíen un mensaje de correo electrónico y a los gobiernos de Rusia y EE. UU. para que utilicen su influencia y Siria permita una investigación.