El presidente de EEUU, Donald Trump, firmó órdenes ejecutivas que permiten la construcción de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access, con la condición de que se use acero estadounidense en su construcción. Fueron rechazados por el gobierno de Obama, grupos ambentalistas e indígenas Sioux se opusieron por los riesgos para la conservación del agua y la tierra.

Antes de hacer pública su decisión se reunió con los líderes de grandes empresas automotrices, en la reunión afirmó que el mundo está ante "un ambientalismo fuera de control", y aseguró que su país necesita un fuerte impulso para construir fábricas. "Estados Unidos necesita un fuerte impulso para construir fábricas en el país", expresó.

Un poco más tarde, firmó los documentos  que autorizan el oleoducto Keystone XL que transportará petróleo desde la región canadiense de Alberta hasta el estado estadounidense de Nebraska. El oleoducto Dakota, también fue aprobado, en 2016 comunidades indígenas protestaron por su construcción, por lo que el Ejército comenzó a estudiar rutas alternativas.

EL OLEODUCTO KEYSTONE XL

El Keystone XL es un proyecto de la Empresa TransCanada que plantea la extracción de petróleo de las arenas bituminosas canadienses, según los ambientalistas se trata de un procedimiento altamente contaminante y dañino para el medio ambiente. El segundo peligro es que al cruzar varios estados, pueda afectar diversos hábitats.

Según TransCanada, "el proyecto del oleoducto Keystone XL tiene el potencial de reducir la cantidad de petróleo que Estados Unidos importa de Venezuela, Medio Oriente y otras regiones inestables del mundo, hasta en un 40%”.

EL OLEODUCTO DAKOTA

La queja de la tribu Sioux Standing Rock y de otras naciones indígenas estadounidenses se sustentan en que este oleoducto podría dañar sus fuentes de agua y sus zonas ancestrales. El proyecto le pertenece a la empresa privada Energy Transfer Partners.