Este jueves, la Policía Federal arrestó a Sergio Cabral (2007-2014), ayer fue preso el también ex gobernador de Río de Janeiro, Anthony Garotinho (1999-2002). Ambos acusados por cometer actos de corrupción. Además, la ciudad enfrenta multitudinarias protestas por el recorte de los salarios de los empleados públicos.

El exgobernador Garotinho está acusado de liderar una trama de compra de votos en la ciudad de Campos dos Goytacazes, cuya alcaldesa es su esposa, Rosinha Garotinho, y donde él actuaba como secretario municipal. Fue gobernador de Río entre 1999 y 2002, año en que lanzó su candidatura a la presidencia de Brasil. Según las investigaciones, repartió sobornos entre al menos 29.000 personas que se beneficiaban del programa social "Cheque ciudadano". 

Sergio Cabral quedó detenido este jueves acusado de desviar unos 64 millones de dólares en contratos con empresas constructoras. Según las investigaciones de la Policía Federal y la Procuraduría, Cabral cobraba lo que denominaban el "oxígeno", es decir una propina básica del orden del 1% a todas las empresas constructoras. La segunda vía de ingresos ilegales estaba en la manipulación de los montos de los contratos acordados con las constructoras.

Por ejemplo, en el caso de la remodelación del Maracaná, se firmó un contrato inicial por 705 millones de reales (202 millones de dólares) que más tarde subieron a 1.200 millones de reales (340 millones dólares). Los empresarios además de pagarle sobornos le obsequiaron joyas, viajes y ropa de marca mundial.

PROTESTAS

Los trabajadores estatales se enfrentaron a la Policía Militarizada de Río, apoyada por tropas federales enviadas por el presidente Temer; protestaban por las medidas de austeridad ordenadas por Temer.