El Senado brasileño abrió hoy la primera sesión de la fase final del juicio político contra la presidenta, Dilma Rousseff, se prevé que el proceso termine la semana próxima.

Al comenzar el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandoski, que dirige las sesiones como garante constitucional, afirmó: "El Senado está reunido para actuar como órgano juzgador, con la grave responsabilidad constitucional de decidir sobre una presidenta elegida por el voto popular, para condenar o absolver".

En principio, los senadores escucharán los testimonios de fiscales del Tribunal de Cuentas. Luego será el turno de la defensa.

Si Dilma Rousseff es  destituída su cargo lo asumiría de manera oficial Michel Temer, el vicepresidente del gobierno que actualmente ocupa el cargo de Presidente interino, quien ha sostenido reuniones de "último minuto" con algunos senadores para que se apoye la salida de la Mandataria. 

El proceso deberá finalizar antes del 31 de agosto, para que pueda ser presentado un borrador del presupuesto del país para el 2017, en el que Temer espera el apoyo para conseguir que se aprueben unas impopulares medidas de austeridad impulsadas por el Ejecutivo.