Según el informe anual presentado este martes por el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef) en Berlín, cerca de 250 millones de jóvenes viven en un territorio en el que la violencia y el conflicto armado pertenecen a la vida cotidiana, es decir que de cada nueve niños uno crece en una región de guerra.

En Siria, inmersa en una guerra civil, nacieron en los últimos cinco años cerca de 150.000 bebés mientras sus familias huían del país. En total hubo 16 millones de nacimientos en zonas en guerra, de acuerdo con el informe de Unicef.

Además, los niños se han vuelto un blanco para la violencia, alertó Unicef. "Tenemos muchos informes en los que se detallan ataques a escuelas, jardines infantiles o parques infantiles", indicó el gerente de Unicef Alemania, Christian Schneider.

Durante los conflictos, los niños son víctimas de secuestros, violaciones, torturas y asesinatos para desmoralizar a los adultos, según del informe. Sólo en Siria, Unicef contó en 2015 más de 1.500 violaciones graves del derecho infantil. En el 60 por ciento de los casos los niños resultaron muertos o mutilados a través de bombas en zonas residenciales fuertemente pobladas.

ULTIMA OPORTUNIDAD PARA LA INFANCIA

Ante este grave problema, Unicef promueve la campaña “Última oportunidad para la infancia”. Jürgen Heraeus, presidente de Unicef Alemania, explicó que es posible brindarle a estos niños una oportunidad

"A pesar de todo, es posible proporcionarles experiencias que todos los niños necesitan: un espacio de seguridad, confianza y la posibilidad de jugar y aprender”, aseguró.

La campaña busca donaciones para hacer posible que los niños que viven en regiones en conflicto puedan ir a la escuela y practicar algún deporte, explicó.