En un discurso televisado el sábado por la noche, el presidente electo de Filipinas, Rodrigo Duterte dijo que los filipinos que lo ayuden en la sangrienta guerra contra la delincuencia serán recompensados.

El virtual presidente lamentó que el tráfico de drogas haya corrompido a la policía y dijo: ”No duden en llamarnos o a la policí­a, o bien háganlo ustedes mismos si tienen armas, Ustedes tienen mi apoyo".

Si un vendedor de drogas se resiste a ser detenido o se niega a ser llevados a una comisarí­a de policí­a y amenaza a un ciudadano con una pistola o un cuchillo, "ustedes lo pueden matar", dijo Duterte. "Dispárenle y les daré una medalla”. También prometió recompensas a quienes entreguen a los grandes traficantes. 

Durante la campaña electoral, Duterte prometió que acabaría con la delincuencia y la corrupción en los primeros seis meses de su presidencia. Comenzará su mandato de seis años el 30 de junio 

El futuro presidente le pidió a tres generales de la policí­a nacional que renuncien, debido a su participación en delitos, aunque no dio mayores explicaciones y amenazó con humillarlos en público si no lo hacen.

RECHAZO

Las organizaciones defensoras de los derechos humanos han expresado su preocupación ante esta tipo de arengas.

Las mismas organizaciones acusan a Duterte de participar de alguna manera en los “escuadrones de la muerte de Davao”, cuando fue alcalde de esa ciudad, este grupo asesinó a  presuntos delincuentes de la zona, según los acusadores el polí­tico no ha sido acusado penalmente porque nadie se ha atrevido a declarar en su contra.