Mesa dice que Chile pretendió usar una palanca en la Corte y que le fue inútil
En su columna de opinión, publicada en el diario Página Siete, Mesa sostiene el equipo jurídico chileno puso en ejecución “toda su magra artillería argumental”, incluyendo la “esforzada ayuda del Juez Greenwood”, con el fin de demostrar que el Tratado de 1904 es el alfa y omega de la “relación bilateral con Bolivia y, especialmente, la puerta definitivamente cerrada de las controversias entre ambos países”. Asegura que el esfuerzo ha sido inútil.

La Paz, 11 de mayo (Oxígeno).- El expresidente de Bolivia y Vocero de la Demanda Marítima, Carlos Mesa, escribió que Chile pretendió usar una palanca en la Corte Internacional de Justicia, al referirse a la “esforzada ayuda” del Juez Chistopher Greenwood, quien planteó una pregunta dirigida únicamente a Bolivia.
En la argumentación de Mesa, el equipo jurídico chileno puso en ejecución “toda su magra artillería argumental”, incluyendo la “esforzada ayuda del Juez Greenwood”, con el fin de demostrar que el Tratado de 1904 es el alfa y omega de la “relación bilateral con Bolivia y, especialmente, la puerta definitivamente cerrada de las controversias entre ambos países”.
Sin embargo, apunta que el trabajo del equipo jurídico chileno no fue “fue suficiente, no fue siquiera un elemento que pudiera fijarse con alguna claridad a efectos de defender sus razones básicas”.
Entre el lunes y el viernes, Bolivia y Chile se vieron las caras en la sede de la Corte Internacional de Justicia, en La Haya, donde Chile recurrió a diferentes argumentos para plantear la incompetencia del Tribunal en este asunto. El periódico digital Oxígeno reveló que el juez Greenwood fue asesor del gobierno chileno para el litigio por el territorio marítimo también en la CIJ.
“Por fin lo vimos: Chile explicando al mundo por qué se niega a dialogar con Bolivia. Lo que sus autoridades habían tratado de evitar en un siglo, se produjo”, dice uno de los párrafos de la columna de Carlos Mesa que se publica cada domingo en el periódico Página Siete.
“El juez británico abrió el suspenso al cerrarse el alegato boliviano con una pregunta que parecía demoledora: ‘¿en qué fecha mantiene Bolivia que se concluyó un acuerdo respecto de la negociación relativa al acceso soberano?’
Fue la palanca que pretendió usar Chile, palanca que condujo a sus abogados a vulnerar las reglas implacables de la Corte, no tocar en una demanda preliminar asuntos referidos al fondo de la cuestión. Su letrado Wordsworth dedicó toda su intervención, igual que el doctor Dupuy, a intentar demostrar - entrando en detalles - que los documentos enviados por Chile, o los suscritos entre ambas naciones como notas, memorándum o cartas, no tenían el carácter de compromisos que pudiesen entenderse como actos unilaterales o expresiones de un Pacto de Contrahendo. Inútil esfuerzo”, dice Mesa en la mencionada columna