Santa Cruz, 10 de julio (Oxígeno).- El Papa Francisco llegó hace unos minutos a la cárcel de Palmasola, donde cumplirá su última actividad antes de dirigirse a Paraguay, el último país de su primera gira por Sudamérica. Francisco hablará y escuchará a los reos, entre ellos a representantes de otras penitenciarías, pero los del caso Rózsa, también llamado caso Terrorismo, no podrán verle porque han sido llevados a la sección Chonchocorito.

Francisco llegó a la cárcel cruceña a las 9:32 rodeado de mucha seguridad. Lo hizo en un automóvil pequeño que ingresó por el portón principal. Unos metros más allá, lo esperaba el papamóvil, vehículo oficial los diversos pabellones de control, el microhospital y la cancha deportiva, pero será en el PC-4 donde tendrá el encuentro más cercano con los internos, según reporta el diario El Deber.

Los privados de libertad se han organizado para recibir al papa y han elegido a delegados los cuales contarán al papa la realidad en la que viven dentro de la cárcel y los reclamos que tienen.

Sin embargo, los imputados del Caso Rózsa a las 4:30 am fueron sacados de sus celdas y trasladados a Chonchocorito, para evitar que participen de la misa oficiada por Francisco, indicó Gary Prado. Zvonko Matkovic, Juan Carlos Guedes y Alcides Mendoza, son las personas que fueron trasladadas.

De hecho, este jueves, los parientes de las personas que están en la cárcel por el caso Rósza fueron alejados de sitios públicos donde querían mostrar su verdad. Esta semana, el hijo de Matkovixc, un pequeño de siete años, mandó una carta al Papa Francisco, cuyo contenido ha recorrido por el mundo entero.

Este tiempo los familiares de presos y perseguidos políticos iniciaron una campaña de petición de amnistía y piden que el Papa Francisco interceda por ellos ante el gobierno, para que sean liberados; las autoridades policiales se los impidieron.