La Paz,  09 de julio (Oxígeno).- Una comisión de 30  personas entre jóvenes y ancianos llegaron desde el departamento de Oruro a la sede de gobierno a las 02.00 del miércoles 8 de julio para ver al papa Francisco.  Instalaron sus carpas en el centro de la ciudad donde descansaron y cocinaron  alegres  y emocionados.

“Estamos pidiendo la fe, antes había más necesidad de nosotros, ahora necesitamos  fortaleza  espiritual, ahora se escucha tantos asaltos, matanzas violaciones hay que cambiar la actitud” decía Eliodoro Canaviri del municipio de Guachacalla de Oruro.

Canviri, de 78 años de la comunidad parroquiana de Guachacalla, dijo que no estaba cansado y que Dios le había dado otra oportunidad para estar presente en la llegada a Bolivia por segunda vez de la máxima autoridad de la iglesia católica. 

Recordó que la primera vez cuando llego a Bolivia  el papa Juan Pablo II una delegación de “campesinos” pudo reunirse con el en el departamento de Oruro  donde le pidieron que el campesino sea reconocido, valorado y que no sean olvidado.    

“Nosotros teníamos un representante de la comunidad que ha subido a la tarima para pedirle que los campesinos no seamos olvidados en aquellos tiempos el campesino solo serbia para las elecciones nada mas  no era reconocido había cargos no había nada para nosotros”, lamentaba.

Además, conto que otra delegación de mineros también pudo acercarse al papa Juan Pablo II y aprovecharon para hacerle la entrega de una olla vacía cuyo significado era que los pobladores eran pobres  y que necesitaban recursos económicos.

“El minero de Llalagua le dijo que en Bolivia estamos sufriendo de hambre lleve de recuerdo esta olla que representaba el hambre el papa lo recibió con cariño”, expresó.

Dijo que los dos pedidos que hicieron aquella vez  se cumplieron, por eso que hoy vino con mucha fe para pedirle un cambio en la actitud de las personas ya que hoy en día ha visto que las personas han perdido  moral.

 “Se escucha  muchas violencia, muerte y violaciones  halla en los centros mineros hay una falta de conciencia en la población“, apuntaba.  

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