La Paz, 21 de mayo (Oxígeno).- Martín Sotomayor y Paola Belmonte son la portada de la edición 35 de Oxígeno, la revista que se respira. Esposos desde hace 12 años y co-conductores de televisión hasta hace algunos meses, accedieron a hablar de su relación matrimonial, sometida a un fuerte crisis tras una relación extramarital que salió a luz pública.

Fue una entrevista prolongada realizada a fines de abril, cuando Paola y Martín acceden a hablar de la crisis más dura que soportó su matrimonio y que estuvo a punto de echar por la borda una relación de más de 20 años.  La revista Oxígeno fue la que propuso hablar del tema, con ambos, no sólo con ella ni únicamente con él. Habían pasado varios meses desde que un video no autorizado expuso a Paola y sometió a Martín a una enorme prueba. Las especulaciones abundaron, los moralistas  salieron a juzgar y condenar y los oportunistas aprovecharon el momento para hacer negocios.

La tormenta ha pasado, pero ella ha tenido que alejarse de sus actividades públicas, lo que ha supuesto que Martín dirija él sólo el programa que concibió y puso a marchar con Paola.

La edición de mayo de la revista Oxígeno ofrece un amplio despliegue sobre esta pareja que habla de la crisis matrimonial, el perdón, el oportunismo, la hipocresía de algunos y la oportunidad que ambos se dieron para fortalecer el hogar.

“Perdonar es mucho más difícil, el sentido más supremo del amor es el perdón; en algún momento, un amigo nos decía: ‘el matrimonio es 10 por ciento de amor y 90 por ciento de perdón”, dice Martín Sotomayor, en uno de los instantes de la entrevista.

“Sí, me dice lo nuestro se acabó, pero yo me quedo a protegerte, llamamos a los abogados e iniciamos ese mismo día una querella. A partir de ese día, sin proponérnoslo la relación vuelve a crearse”, comenta Paola.

La edición 35

Una entrevista con la feminista María Galindo, líder de Mujeres Creando, forma parte de la edición número 35 de la revista Oxígeno que circula desde este miércoles en todo el país.

Galindo reivindica el aporte del movimiento feminista en Bolivia y da a conocer que las mujeres, principalmente las de los sectores populares, protagonizan una revolución silenciosa, mediante su participación en la universidad o en los espacios públicos, a pesar de las actitudes de los varones.

Además, cuestiona el rol que los hombres asumen cuando son padres. Dice que en el país, ellos eluden su responsabilidad para perjuicio de la mujer que debe cargar con todo.

“Ser padre en Bolivia no significa ninguna responsabilidad, mientras ser madre en Bolivia significa una carga abnegada, es una negación de tu proyecto de vida, cualquier madre que es trabajadora se siente culpable por trabajar”, apunta.