Ministerio de Salud confirmó los dos primeros casos de la influenza AH3N2 variante K en Bolivia
El 17 de diciembre, el Gobierno nacional declaró alerta epidemiológica en todo el territorio boliviano, después de confirmarse casos positivos de AH3N2 en dos departamentos y ante la circulación internacional de la variante K del virus.

La ministra de Salud, Tatiana Flores, confirmó los dos primeros casos de la influenza AH·N” en su variante K en Bolivia. Ambos fueron detectados en el departamento de La Paz en las últimas horas.
El primer caso se trata de un hombre de 52 años que dio positivo a la variante en la ciudad de El Alto. Según la información, no habría reportado viajes al exterior en las últimas dos semanas, no cuenta con la vacuna contra la influenza y tiene una enfermedad de base (diabates).
Las autoridades informaron que se realiza un rastreo de las personas que hayan tenido contacto con el paciente y también se realiza un cerco epidemiológico en la zona donde reside.
El segundo caso es una niña de 6 años de edad y se presume se trata de un caso importado. La menor de edad está con atención ambulatoria y sus padres rechazaron la internación.
El 17 de diciembre, el Gobierno nacional declaró alerta epidemiológica en todo el territorio boliviano, después de confirmarse casos positivos de AH3N2 en dos departamentos y ante la circulación internacional de la variante K del virus. El objetivo es proteger la salud de la población y garantizar la capacidad de respuesta del sistema sanitario frente a un eventual aumento de contagios.
El virus influenza A(H3N2) subclado K es motivo de seguimiento por parte de organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (Ecdc).
Esta variante se distingue por presentar mutaciones en la proteína de hemaglutinina, la cual facilita la entrada del virus a las células humanas y es un objetivo clave de las vacunas contra la influenza.
Las mutaciones coincidieron con un aumento de casos en el hemisferio norte, especialmente en Europa y Estados Unidos, aunque los datos recabados por la OPS y el Ecdc no muestran que el subclado K provoque cuadros más severos o un incremento en la mortalidad.
