Es engañosa la alarma que circula por Facebook, afirmando que tu cuenta de WhatsApp será hackeada si recibes un mensaje de “Código de registro de WhatsApp solicitado” y presionas “Ok”. Si bien el robo de cuentas es un riesgo real, la simple acción de pulsar «Ok» en ese aviso no provoca el hackeo. Este se consuma cuando el estafador logra que la víctima comparta su código de verificación de seis dígitos.

Desde hace semanas atrás, en las redes sociales circula el siguiente mensaje:

“Existe una ola de clonación de WhatsApp en el país. Usuarios Reportan que, si les llega este tipo de notificación a su WhatsApp, solo ignore la notificación y cierre las aplicaciones, es un intento de hackeo donde al presionar ‘Ok’ está autorizando una transferencia de su WhatsApp a otro teléfono donde lo utilizarán para pedir dinero a sus contactos”.

El ingeniero en sistemas Raúl Terán confirmó que no es cierto que se pierda la cuenta de WhatsApp por solo presionar “Ok” en el aviso de “Código de registro de WhatsApp solicitado”. Sin embargo,  aclaró que la recepción de esta notificación sí es una señal de alerta: indica que alguien está intentando acceder a tu cuenta sin tu autorización, lo cual exige precaución.

“Cuando instalas por primera vez la aplicación de WhatsApp en tu celular, requieres de una línea telefónica y al registrarte en la app deberás introducir tu número de celular y es en ese momento donde WhatsApp te advierte que se solicitó el código de registro para tu número de teléfono. El código te lo envían mediante SMS o a través de una llamada telefónica”, explica el experto.

Empero, este mensaje se ha ido viendo en varias cuentas, pese a que ya estaba instalada y no requería una reactivación. “Eso significa que alguien está tratando de registrar tu número en otro celular y pretende acceder a la cuenta sin tu autorización. La notificación es una alerta, sin embargo, no perderás tu cuenta si haces clic en el botón Ok”, aclara.

Junto a la notificación, los usuarios recibieron un código de registro de 6 dígitos mediante SMS o una llamada telefónica normal. Si la persona proporcionara estos números a un desconocido, sí puede perder la cuenta personal.

“Es este código el que tratan de obtener los hackers, para esto emplean distintas artimañas como llamarte o escribirte para decir que se equivocaron de número al momento de registrarse y por error te enviaron un código y solicitan que se los envíes. También llaman para decirte que ganaste un premio material o en efectivo y para cobrarlo y comprobar tu identidad debes proporcionar el código de seis números que te enviaron o enviarán en ese momento mediante SMS”, relata.

¿Cómo puedo proteger mi cuenta?

El técnico en sistemas Diego Villalobos brinda las siguientes recomendaciones:

Nunca compartir tu código de registro de WhatsApp con nadie. Esta clave es estrictamente personal y no debes proporcionarla bajo ninguna circunstancia, incluso si te prometen beneficios o premios.

Activar la verificación en dos pasos. Para ello, dentro de WhatsApp, pulsa los tres puntos en la esquina superior derecha, selecciona «Ajustes», luego «Cuenta» y finalmente «Verificación en dos pasos». La aplicación te guiará para crear una contraseña numérica de seis dígitos, añadiendo una capa extra de protección.

El pin de la verificación en dos pasos es como una segunda llave y será solicitado junto al “Código de registro” cada vez que desees cambiar de celular o cuando alguien trate de acceder a tu cuenta sin autorización.

También puedes activar la “Clave de acceso”, esto te permitirá acceder a tu cuenta utilizando tu rostro, huella digital o bloqueo de pantalla en lugar de un SMS. Para activarla sigue los siguientes pasos. Ten en cuenta que este tipo de seguridad no reemplaza la de verificación en dos pasos.

¿Qué puede pasar si extraños acceden a tu cuenta de WhatsApp?

Los expertos Terán y Villalobos advierten que, si tu cuenta de WhatsApp es comprometida, ciberdelincuentes pueden usurpar tu identidad para pedir dinero a tus contactos (con excusas como enfermedad o favores). Además, podrían acceder a tu contenido privado –como conversaciones, fotos o videos– y utilizarlo para extorsionarte bajo la amenaza de hacer pública esa información.