Mars One: “Todos vamos a morir, pero lo importante es lo que haces antes de morir”
Mars One, un grupo que tiene planeado enviar humanos a Marte en un viaje sin retorno, ha anunciado sus 100 candidatos definitivos. Ellos han sido seleccionados de entre 200.000 candidatos. Finalmente, 24 serán seleccionados para conformar seis tripulaciones de cuatro.
Redacción, 17 de febrero (Por Sarah Cruddas para CNN).– Mars One, un grupo que tiene planeado enviar humanos a Marte en un viaje sin retorno, ha anunciado sus 100 candidatos definitivos. Ellos han sido seleccionados de entre 200.000 candidatos y se someterán a otras pruebas más adelante este año, en las cuales esperan incluir ejercicios de formación de equipos y posteriormente, el aislamiento.
Finalmente, 24 serán seleccionados para conformar seis tripulaciones de cuatro, a quienes Mars One dice que espera enviar al Planeta Rojo cada dos años a partir de 2024, con el objetivo de iniciar una colonia allí.
La empresa holandesa sin ánimo de lucro espera utilizar la tecnología existente para llevar a cabo la misión. Sin embargo, el planeta siempre ha sido un objetivo difícil para la exploración, ya que solo alrededor de la mitad de todas las misiones no tripuladas han tenido éxito. Se espera que el viaje en sí tome alrededor de siete meses, y un estudio reciente de MIT encontró que, si los primeros exploradores aterrizan con éxito, con la tecnología actual probablemente sobrevivirían solo 68 días.
Así que, ¿qué clase de persona elige ir a Marte en una misión sin retorno? La lista de los 100 finalistas está conformada por científicos y académicos, así como por aquellos que solo van en busca de la máxima aventura. Conversamos con dos de las aspirantes británicas.
Alison Rigby, de 35 años de edad, de East London
Para Rigby, quien completó sus estudios en química y actualmente trabaja como técnica de laboratorio de una escuela secundaria, lo que la llevó a aplicar es una pasión por el espacio que ha tenido toda la vida. “Siempre he estado interesada en el espacio. Crecí viendo los lanzamientos espaciales de los ochenta, pero siempre pensé que el viaje al espacio era solo para estadounidenses. Cuando la oportunidad surgió, tenía que aplicar”.
Sin embargo, ella admite que no todos están contentos con su decisión de postularse y con los riesgos que implica. “Por lo general, la reacción ha sido abrumadoramente positiva por parte de mis amigos y familiares desde que les dije que estaba entre los 100 candidatos definitivos, pero será difícil para mi madre. Aún no se lo he dicho”, dice.
Rigby explica que cuando aplicó por primera vez en 2013, su madre le dijo que no quería que fuera porque sabía que la escogerían y nunca más volvería a ver a su hija.
“Eso hace que me sienta dividida, pero como lo veo, tengo una responsabilidad con más personas”, dice Rigby.
Ella cree que el propósito general de la misión es inspirar a una nueva generación y afirma que tiene la responsabilidad con quienes vienen después de ella. Y no se incomoda por aquellos que aseguran que es poco probable que se cumpla el objetivo principal: “Los pioneros siempre son ridiculizados, pero lo hago por algo mejor, con lo que espero beneficiar a más personas que quedándome en casa haciendo feliz a mi madre”.
Es este sentido de responsabilidad y pasión por los planes, lo que impulsó a Rigby durante su proceso de selección. En su video inicial de su solicitud dio un discurso que había ensayado muchas veces en el que se refirió a la forma en que Mars One está haciendo algo por el bien supremo. También debió someterse a un examen médico general y luego a una entrevista de 15 minutos, en la que Rigby fue interrogada acerca de las misiones pasadas a Marte y acerca de los planes para Mars One. Ella logró responder cada pregunta correctamente.
En cuanto al riesgo... “claro que me asusta”, agrega. “Es algo que nadie ha hecho antes, es un salto hacia lo desconocido. Cuando las personas me preguntan por qué voy a ir a Marte a morir, respondo que todos vamos a morir, pero que lo importante es lo que haces antes de morir”.
Clare Weedon, de 27 años de edad, de Kent, Inglaterra
“Apliqué porque es la máxima oportunidad”, explica Weedon, una gerente de 27 años de edad quien se describe como alguien que no quiere llevar el estilo de vida común con un horario de “nueve a cinco”. “Quiero tener la oportunidad de ser parte de la historia”, explica. “Quiero poder decir que hice una diferencia por el futuro de la humanidad”.
Weedon no tiene experiencia en la ciencia, pero dice que se siente impulsada por el desafío. Se trata de una aspiración que su familia comparte: el hermano de Weedon también aplicó, pero no fue seleccionado para conformar los 100 candidatos definitivos. “Mi hermano está bastante celoso, pero el resto de mis amigos y familiares están muy orgullosos y felices”. La única excepción es el novio de Weedon, quien no quiere que vaya.
Weedon piensa que fueron sus habilidades para trabajar en equipo las que le permitieron llegar hasta aquí. En su trabajo actual, forma parte de un grupo de cuatro, el mismo tamaño de la tripulación planificada para Mars One. Pero ella sabe que un viaje a Marte no será un paseo por el parque. “Cuando lo pienso seriamente, me quedo petrificada”, explica, “pero eso no me desanima, sino me impulsa hacia adelante”. Sin embargo, ella admite que no sabe si es la persona adecuada para el trabajo: “Nadie puede decir al 100% cómo va a reaccionar hasta el entrenamiento”.
Al igual que muchas de las personas que aplicaron, la oportunidad de unirse al pequeño grupo de personas que han salido de nuestro planeta, es la mayor atracción para Weedon. Pero aún existen interrogantes en relación a si la misión alguna vez se llevará a cabo. Al igual que el hecho de que el estudio de MIT ha generado dudas respecto a la tecnología, Mars One debe recaudar un aproximado de 6.000 millones de dólares, lo cual espera hacer a través de varios métodos, entre ellos la financiación en masa, el patrocinio y ventas.
Pero Weedon se siente optimista. “Definitivamente pienso que sucederá, pero en términos de la hoja de ruta actual, no sé si sucederá a tiempo”, añade. “Dependerá mucho de las misiones no tripuladas que se tengan planificadas para 2018”.
Sin verse intimidada por la perspectiva de dejar atrás a sus familiares y amigos, Weedom cree que ese viaje sin retorno es lo que hay que hacer si alguna vez colonizamos Marte. “Partir será una prueba de carácter, pero todavía estaremos en contacto por medio del correo electrónico... el juego no se ha acabado”.