Vendedores y vendedoras que trabajan en la Plaza Murillo protestaron este martes en contra del cerco que impide el ingreso regular de personas al lugar. Afirman que hace nueve días que no logran vender prácticamente nada y exigen que se les deje trabajar.

A gritos de “queremos trabajar”, los y las vendedoras de dulces, crema chantily y alimento de palos, además de dueños de restaurantes que hay en el lugar, señalaron que no tienen la culpa de los problemas políticos y ahora están sufriendo por la falta de ingresos.

“No nos dejan vender, casi dos semanas ya va a ser. ¿De dónde vamos a comer? Nosotros al día vendemos para comer también. Ahora sin plata estamos. Estamos encarcelados aquí”, dijo una de las afectadas en contacto con Erbol.

La Plaza Murillo está cercada desde el pasado 11 de enero, a raíz de la llegada de la marcha evista a La Paz y la posterior vigilia que instalaron alrededor de la Plaza.

Los policías impiden el paso de los ciudadanos, a menos que se acredite que cumplen actividades en alrededores de la Plaza.

Los vendedores y vendedoras exigieron al Gobierno dar solución a los conflictos y levantar el cerco, puesto que los últimos días no hubo marchas que justifiquen ese accionar. Los evistas declararon cuarto intermedio en sus medidas hasta el 22 de enero.

Denunciaron que incluso fueron amedrentados para no protestar, bajo la amenaza de no dejarles ingresar a la plaza el Día del Estado Plurinacional.