El gobernador de La Paz, Santos Quispe, responsabiliza al municipio de Achocalla por la tragedia que ocasionó la mazamorra que cayó el pasado sábado en Bajo Llojeta, debido a que autorizó a una empresa privada el movimiento de tierra. Aseguró que ahora debe hacerse responsable.

“Es una empresa (privadfa) de Achocalla que hizo un movimiento de tierras (lo que ha provocado la mazamorra) y ha afectado a ese sector (Bajo Llojeta), por eso tiene que haber una sanción porque en época de lluvias no puede haber movimiento de tierras”, afirmó Quispe en contacto con medios de comunicación.

Resaltó que evidentemente fue el municipio de Achocalla que autorizó esos trabajos  por lo que ese municipio “tiene que hacerse responsable”.

Las declaraciones las hizo después de que el alcalde de La Paz, Iván Arias, denunció desde el pasado sábado por la noche que debido a la remoción de tierra en el Cementerio Los Andes y a la lluvia que cayó, se produjo una mazamorra que descendió hasta la avenida Los Sargentos y que anegó 30 viviendas y acabó con la vida de una niña de cinco años en la zona Bajo Llojeta. 

Quispe anunció que ahora propiciará una reunión entre los municipios de La Paz y Achocalla para elaborar una norma y evitar deslizamientos.

Esa norma fue solicitada por el alcalde de La Paz, Iván Arias, para esas franjas donde los límites no son claros.

Alcaldía de Achocalla lo niega

Entretanto, la Alcaldía de Achocalla negó haber autorizado los movimientos de tierra que habrían generado la mazamorra en la zona Bajo Llojeta.

“El municipio de Achocalla no ha emitido ninguna orden ni autorización de movimientos de tierra, es más, el municipio de Achocalla ni siquiera ha autorizado su funcionamiento como cementerio”, dijo la directora de Límites de la Alcaldía, Adelaida Vino, en contacto con Erbol.

La funcionaria indicó que este problema es de límites, puesto que si bien los documentos ancestrales y de dominio corresponden a Achocalla, el catastro del predio está en La Paz.

No obstante, aseguró que la Alcaldía de Achocalla ha actuado de manera constante, mediante notificaciones e instructivas contra la empresa, porque llegó a cambiar el curso del río para un embovedado.