María Cruz, la voluntaria boliviana que ayuda en la lucha contra el coronavirus en Beijing
"Quiero hacer lo que pueda para ayudar a Beijing, a la cual considero como mi segundo pueblo natal, para vencer a la epidemia y volver a la normalidad lo antes posible", expresó la médico boliviana.
Hola, déjame tomarte la temperatura por favor", le dice a una persona ingresante la voluntaria boliviana María Renee Cruz en la puerta de la comunidad de Sugar Bay, en el distrito Shunyi de Beijing.
Cruz, también residente de la comunidad, se encuentra en su octavo trabajo voluntario desde febrero. Además de su tarea en la puerta de ingreso, participa también en la distribución de manuales sobre la prevención y control de la neumonía COVID-19, así como de la desinfección de áreas públicas y suministros de la comunidad.
Tras diez años viviendo en la capital china, Cruz experimentó una Fiesta de la Primavera inolvidable este año, en medio de la cual se desató la epidemia del nuevo coronavirus. La mujer boliviana vio por sí misma la ardua lucha del país contra la epidemia y la labor de los trabajadores comunitarios. "Me impresionó realmente el trabajo duro que han hecho", manifestó.
Cruz, quien habla chino, español e inglés, y también es trabajadora médica, decidió solicitar la posibilidad hacer voluntariado. "Quiero hacer lo que pueda para ayudar a Beijing, a la cual considero como mi segundo pueblo natal, para vencer a la epidemia y volver a la normalidad lo antes posible", expresó.
Aunque los trabajos de voluntariado son fatigosos, Cruz dijo que le agrada poder trabajar con sus colegas y apoyar a su comunidad. "Me encanta haber tenido la oportunidad de conocer mejor a mis vecinos", agregó.
Al mismo tiempo, la voluntaria también comparte con sus familiares en Bolivia los conocimientos sobre la prevención epidémica que ha aprendido en China. "Usen mascarilla si pueden, lávense mucho las manos, no se toquen la cara...", son algunos de los consejos que les da desde Beijing.
"Creo que China ha hecho un buen trabajo controlando el nuevo coronavirus, me siento segura viviendo aquí", manifestó. En su opinión, la respuesta de China al brote de COVID-19 fue suficiente e inteligente, lo que permitió al país frenar a tiempo una mayor propagación de la epidemia.
"En más de un mes, una docena de residentes extranjeros en la comunidad solicitaron hacer voluntariado, como lo que ha hecho María", informó Li Xueying, secretaria del Partido en la comunidad de Sugar Bay. Las capacidades profesionales y lingüísticas de los voluntarios extranjeros han contribuido mucho a la labor de prevención y control de la epidemia de la comunidad, sostuvo Li.
Despúes de lo que ha aprendido durante su trabajo voluntario, Cruz tiene más confianza en vencer la epidemia. En su opinión, siempre que todos los países se unan para tomar medidas oportunas y efectivas en la lucha contra el nuevo coronavirus, la "primavera" llegará al mundo.
// Xinhua