Álvaro, el niño que gritó "¡Jallalla las mujeres de pollera!", acompaña a Eva Copa en los actos en El Alto
“Juan Álvaro Jahuincha, el niño que dignificó a la mujer de pollera en los conflictos de noviembre de 2019, es el invitado especial de la presidenta de la ALP, Eva Copa, en las actividades en homenaje a los 35 años de creación de la ciudad de El Alto”, infiormó la Cámara de Senadores.
Juan Álvaro Jahuincha, el niño que se hizo conocido por gritar “"¡Jallalla las mujeres de pollera!" durante los conflictos postelectorales del 2019, es el “invitado especial” de Eva Copa, presidenta de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), en los actos por el aniversario de la ciudad de El Alto.
“Juan Álvaro Jahuincha, el niño que dignificó a la mujer de pollera en los conflictos de noviembre de 2019, es el invitado especial de la presidenta de la ALP, Eva Copa, en las actividades en homenaje a los 35 años de creación de la ciudad de El Alto”, infiormó la Cámara de Senadores a través de sus cuentas oficiales en las redes sociales.
Además, el Senado compartió diversas fotos en las que se ve a Copa junto a Jahuincha en la urbe alteña.
La notoriedad que alcanzó Álvaro por su grito fue tal que Quya Reyna (Reyna Maribel Suñagua Copa) escribió un reportaje que fue publicado en La Razón:
Álvaro fue a comer con su papá un caldo de res por la zona de Ballivián, aunque no le gustara, ya no había más que comer por ahí y tenía mucha hambre. El padre empezó a grabarle, porque el niño tuvo miedo al percibir que, mientras comían, se acercaba una marcha – en apoyo a Evo Morales-. ¡Cómo te vas a asustar! ¡Te voy a filmar!, le decía su padre, tomando su celular y enfocándolo a él. Sorprendido quedó al notar que al pasar la marcha en defensa de la wiphala, muy cerca de ellos, el niño empezaba a repetir las consignas de los y las marchistas con total calma, mientras tenía comida aún en la boca: “la wiphala se respeta, carajo…”. El padre seguía grabando y después de una pausa, su hijo levantó su pequeño puño y en un esfuerzo por ser escuchado, gritó “¡jallalla las mujeres de pollera!”… “Jallalla”, le respondieron los marchistas conmovidos, tanto, que lo aplaudieron y uno de ellos salió del grupo de personas y lo abrazó con un “¡bravo, bravo!”.