Condecoran a 76 bomberos por su labor en la Chiquitanía
Entre los condecorados está el subcomandante del Cuerpo de Bomberos, Jorge Ramírez, quien estuvo en la línea de fuego y el 20 de agosto estuvo a punto de ser alcanzado por las llamas en la comunidad de Jalisco.
La Policía condecoró ayer con la “Medalla al Valor” a 76 bomberos de los 150 del país que lidiaron contra los incendios forestales entre septiembre y octubre del pasado año en la Chiquitanía, en el departamento de Santa Cruz.
“Fuimos testigos directos de sus acciones, enmarcadas por su valentía, el arrojo, heroísmo, el trabajo incansable, la entrega y el sacrificio de estos grandes personajes, nuestros valerosos bomberos”, dijo el subcomandante general de la Policía, Claudio Espinoza.
Manifestó que se tuvo que lamentar la pérdida irreparable de efectivos, quienes dejaron un vacío insustituible.
Entre los condecorados se encuentran el subcomandante del Cuerpo de Bomberos, Jorge Ramírez, quien estuvo en la línea de fuego y el 20 de agosto estuvo a punto de ser alcanzado por las llamas en la comunidad de Jalisco.
“Uno de los grupos de Bomberos Antofagasta estuvo a punto de ser alcanzado por el fuego que arrasaba la vegetación de la comunidad de Jalisco, sin embargo, un mono silbador alertó a los efectivos para que salgan de esa zona”, relató Ramírez.
Precisó que eran las 13.00 del martes 20 de agosto y con sus camaradas había decidido descansar cerca de unos árboles luego de un arduo trabajo en la contención del incendio, pero no se percataron que el fuego recobró su intensidad y se dirigía hacia ellos.
“Nos encontrábamos en Jalisco haciendo la liquidación del fuego y decidimos descansar un rato para recobrar fuerzas; de pronto se apareció un mono silbador entre las ramas de los árboles y empezó a silbar sin pausa. Nosotros no sabíamos lo que pasaba. De repente, el mono cayó al suelo y a los pocos segundos una ráfaga de viento trajo amplias llamas hacia donde estábamos”, contó el oficial.
El incendio forestal arrasó alrededor de 4 millones de hectáreas del bosque chiquitano y para sofocarlo trabajaron miles de personas durante tres meses.