Francisco designa a Monseñor Toribio Ticona como nuevo cardenal de Bolivia
Monseñor Toribio trabajó de lustrabotas, revendiendo periódicos y como minero, y llama a la Iglesia a estar al servicio de todos, pero con preferencia a los pobres.
El Papa Francisco anunció durante el rezo del Regina Coeli este domingo la creación de 14 nuevos Cardenales procedentes de 11 países en un consistorio que se celebrará el próximo 29 de junio. Entre ellos esta el boliviano Mons. Toribio Ticona Porco.
“Me alegra anunciar que el 29 de junio tendrá lugar un Consistorio para la creación de 14 nuevos cardenales. Sus orígenes expresan la universalidad de la Iglesia que continúa a anunciar el amor misericordioso de Dios a todos los hombres de la tierra. La inserción de los nuevos Cardenales en la Diócesis de Roma manifiesta el inescindible vínculo entre la sede de Pedro y las Iglesias particulares difundidas por el mundo”, señaló el Santo Padre.
Mons. Toribio Ticona Porco, prelado emérito de Corocoro (Bolivia). Nació en Atocha, el 25 de abril de 1937. Estudió filosofía y teología en el Seminario de Sucre y fue ordenado sacerdote en enero de 1967, con 30 años, para la Prelatura de Corocoro.
Completó sus estudios complementarios en el Instituto de Pastoral del CELAM y el bienio de pastoral catequética en el centro Lumen Vitae de Bruselas (Bélgica).
El 31 de mayo de 1986 fue ordenado Obispo de Timici y auxiliar de Potosí. En 1992 fue trasladado como Obispo Prelado de Corocoro. En julio de 2012 presentó su renuncia por límite de edad, y Benedicto XVI se la aceptó.
En una homilia del 9 de abril de 2016, Monseñor Toribio narró que trabajó de lustrabotas, revendiendo periódicos y como minero, que su madre ha sido padre y madre trabajando en las minas de Potosí, y que por defender la causa de los pobres fue tomado preso en Viloco y aseguró estar “muy agradecido con Dios, no espero más de la vida, sólo que Él me acoja cuando llegue el momento”.
Se refirió también a la necesidad de la Iglesia de estar al servicio de todos, pero con preferencia a los pobres. “El gobierno nos acusa de jerarcas y de colonizadores, pero eso no nos hace mella, porque nosotros seguimos anunciando el Evangelio”, aseguró.
“Hoy nos critican, nos dan el ultimátum los que están en el poder. El poder no es para aplastar a los demás, ni la economía para arruinar a las personas, ni la política para hacer lo que les da la gana. La economía, lo social y lo político deben estar al servicio del hombre y no a la inversa”, afirmó.