Según un reportaje realizado por un periodista argentino, casi 1.000 menores por día cruzan de forma irregular la frontera entre Argentina y Bolivia. A propósito de esta denuncia, el fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero, instruyó al Director Nacional de Protección a Víctimas a la zona fronteriza de Tupiza y Villazón en el departamento de Potosí, que verifique “personalmente” la existencia o no de casos de trata y tráfico en esa región y concluye que la denuncia es falsa.

Según una publicación institucional, Walter Vizcarra, Director Nacional de Protección a Víctimas, no encontró ninguna denuncia en Tupiza, en Villazón solo encontró una denuncia que está en proceso de investigación por lo que, Guerrero afirma que la información publicada es falsa.

"En Tupiza no se tiene ninguna denuncia sobre Trata y Tráfico de Personas, sin embargo, en Villazón hemos encontrado un caso que ya está en proceso de investigación (...). Con los datos que hemos recabado podemos mencionar que esa publicación sobre venta de menores falta a la verdad", explicó el fiscal.

De todas formas, la Fiscalía aseguró que seguirá investigando la región fronteriza. Según la información presentada en el reportaje “Los invisibles de la Quiaca”, presentado por el periodista Diego Granda es posible que el tráfico se dé a pesar de no existir denuncias.
 

LOS DATOS

"Los Invisibles de la Quiaca” es el título del estudio realizado para el Foro de Periodismo Argentino; según los datos publicados al menos 900 menores atraviesan cada día de manera irregular la frontera entre La Quiaca y Villazón, esto pondría a los menores en riesgo de sufrir trata y explotación porque las autoridades no prestan atención a este movimiento.

Según la Pastoral Migratoria de la Prelatura de Humahuaca, citada en la investigación, esos 900 menores "son todos chicos del lugar que cruzan cotidianamente tanto desde La Quiaca a Villazón, como desde Villazón a La Quiaca y, entre ellos, se camufla a las víctimas captadas". 

Según el texto publicado, el exdefensor departamental de Potosí, Jorge Oporto Ordoñez, habría declarado que ”Durante 2010 pasaron por la frontera 25.000 niños y jóvenes, de los cuales solo retornaron 7.000”; según esta cifra, Oporto calcula que unos 18.000 menores podrían estar trabajando en campos y talleres clandestinos en Argentina, "mientras que otros podrían haber tenido como destino la explotación sexual". 

Una dato que impacta en el reportaje es que el exdefensor habría mencionado que un niño boliviano puede llegar a venderse, "ni bien cruza la frontera, a 5.300 pesos argentinos”, y añadió "El tráfico ilegal de personas en zonas cercanas a la frontera con Bolivia es un negocio instalado”. 

Una prueba más de este delito es que la ministra plenipotenciaria del Servicio Exterior argentino, Reina Sotillo, rescató a más de 2.000 menores durante sus ocho años de gestión. Otro dato lo proporciona la organización argentina Esclavitud Cero, que calcula que niñas bolivianas de entre 12 y 13 años "son ofrecidas para todo servicio" por 2.500 dólares al año; según su directora Mercedes Assoratti, las menores trabajan en condiciones denigrantes "y también son abusadas sexualmente”.

Vea aquí el texto completo: http://www.investigacionesfopea.com/los-invisibles-de-la-quiaca/