Obispos alertan sobre la expansión del Narcotráfico y Drogadicción
La Conferencia Episcopal presentó la Carta Pastoral “Hoy pongo ante ti la vida o la muerte”, una mirada de la Iglesia al narcotráfico y drogadicción
La Conferencia Episcopal Boliviana presentó una Carta Pastoral elaborada por los Obispos de Bolivia denominada “Hoy pongo ante ti la vida o la muerte”, la misma contiene una mirada de la Iglesia a los problemas de narcotráfico y drogadicción en el país.
En la Carta se alerta sobre la situación de Bolivia como un país productor, de tránsito y ahora consumidor de drogas:
El narcotráfico es una realidad cada vez más alarmante en Bolivia. Es falso que “Bolivia produce y otros consumen”. Bolivia es ya un país consumidor de droga y, a la vez, está siendo utilizada como país de tránsito de droga producida en otras naciones.”
También alerta sobre la posible complicidad de las instituciones en el tráfico.
“Ser país de tránsito habla muy mal de la capacidad de interdicción, incluso puede ser interpretado como complicidad de nuestras instituciones.” El documento menciona el tema de corrupción que toca la credibilidad de autoridades de diversa jerarquía,
Nadie parece querer abrir en verdad esta oscura caja de extraña convivencia entre lo lícito y lo ilícito. Las denuncias se diluyen rápidamente en la penumbra y quedan en la nada, lo que nos hace temer que se trate de problemas con muchas y graves connotaciones que nuestra sociedad no sabe y, en algunos casos, no quiere en¡frentar.”
ECONOMÍA Y NARCOTRÁFICO
Sobre la relación del narcotráfico con la economía asegura que el páis se nutre, en parte, de recursos provenientes del narcotráfico lo que la distorsiona.
“una verdadera lucha contra este mal debe atacarlo también en sus movimientos financieros”.
VIOLENCIA
Pero, sobre todo llama la atención sobre el peligro que representa el consumo de drogas, pues trae al país violencia, delincuencia, corrupción y abandono de valores culturales. En varios aspectos como la explotación de personas para la comercialización, en la que los traficantes se aprovechan de la pobreza de la gente que se “vuelven víctimas de este sistema y pagan un alto precio por su delito”.
“Otra acción perversa del narcotráfico es el aprovechamiento de las pandillas juveniles en las ciudades para el microtráfico de cocaína, marihuana y drogas sintéticas hasta en escuelas y colegios”
LA HOJA DE COCA
La Carta hace hincapié en el valor cultural y medicinal de la hoja de coca, pero afirma que quén cultiva coca para producir drogas ilícitas tiene una responsabilidad ética y penal; y del aumento de cultivos
“Valoramos los esfuerzos y alcances en la reducción de cultivos ilegales. (…) sin embargo, falta mucho para adecuar la cantidad de cultivos a las reales necesidades del uso permitido de a hoja de coca”
VÍCTIMAS
También se refiere a las víctimas de la drogadicción, a quienes considera como hermanos que necesitan ayuda y a quienes se comprometen a ayudar porque son tratados como los leprosos de hoy a quienes la sociedad evita
La carta califica al narcotráfico como un pecado porque causa la muerte espiritual de los que producen y trafica; destruye la vida de las familias y la sociedad; alimenta la dependencia del adicto, falsea las condiciones del mercado productivo y viola el equilibrio ecológico.
QUÉ HACER
La tercera parte de la carta se refiere a la que hay que hacer, y aunque reconoce que la Iglesia no tiene la respuesta a todos estos problemas; propone la concientización y la prevención. además advierte del peligro de legalizar las drogas porque no es posible "vencer a las drogas con más drogas".
Termina diciendo que la responsabilidad de la lucha contra el narcotráfico es de todos, el Gobierno, el sistema judicial, la Policía, las Fuerzas Armadas, los organismos internacionales y las organizaciones sociales de base, incluída la Iglesia.