Miedo, ansiedad, angustia y llanto son algunos de los sentimientos que inundan a las personas con discapacidad que marchan, hace ocho días, hacia la ciudad de La Paz con la esperanza de que el Gobierno les otorgue una renta mensual de 500 bolivianos.

El recorrido de los marchistas, partió desde Cochabamba el  pasado 21 de marzo, hoy se encuentra en la localidad de Bombeo, soportando la inclemencia del sol, la sed y el hambre e incluso el desprecio de algunos ‘dirigentes’ afines al Movimiento Al Socialismos (MAS).

Según el relato de Reynaldo Flores, que acompaña la marcha, ayer, al caer la noche, la esperanza era descansar en la localidad de Llavini, en un establecimiento educativo que existe en el lugar. Grande fue el asombro, ya que los lugareños les negaron el refugio.

“Grande y no tan grande fue nuestra sorpresa cuando dirigentes de esta comunidad nos cerraron las puertas del colegio y rechazaron nuestra presencia. Tuvimos que avanzar unos tres kilómetros más”.

Ante esa situación, tuvieron que avanzar y dormir al lado de la carretera. Poco tiempo después, oyeron ruidos extraños y se percataron que ‘algunos´ comunarios de Llavini llegaban presurosos con comida, les habían llevado bañadores repletos de papa, maíz y habas cocidas en señal de disculpa por el agravio que cometieron sus representantes. “Se quebraron en llanto, nos pidieron mil disculpas por la actitud de su pares que resultaron ser dirigentes del MAS, y prometieron que la semana siguiente ajustarían las cuentas”.

‘RENTA’, EL GUARDIÁN DE LA MARCHA

Renta, con ese nombre bautizaron a un can que acompaña a las personas con discapacidad,  en su recorrido hacia La Paz. Los testigos señalan que Renta es cariñosa, valiente y sobre todo protectora de los marchistas. Fue adoptada en Quillacollo por los protagonistas de la caravana, ahora es su fiel guardián.

Cuentan que cuando se aparece la Policía que trata de impedir el paso a las personas discapacitadas, Renta se abre paso entre los efectivos y comienza a ladrar amenazante. En el lugar, a la mascota no le falta cariño, atención, alimento o agua. Incluso protegieron sus cuatro patitas con medias para paliar el dolor del recorrido.

RENTA O MUERTE, VENCEREMOS

Una de las marchistas, Verónica P. señaló que a pesar de la insensibilidad del Gobierno al no dialogar de forma honesta, sincera y sin trampas, el pedido continuará hasta las últimas consecuencias. “Hay niños y mujeres embarazadas y no hay solución, pero la marcha continúa. Renta o muerte, venceremos”.

Jorge Flores, el representante de las personas con discapacidad de La Paz,  informó que no declinarán en su pedido de 500 bolivianos y al llegar, los marchistas a la sede de gobierno solicitarán una audiencia con el presidente Evo Morales, ya que considera que los representantes de los Ministerios lo único que hacen es vulnerar sus derechos y negociar con personas que nos los representan.

En entrevista con Oxígeno.bo, Flores señaló que los marchista se tomaron un ‘breve descanso’ en Bombeo y aprovechan la oportunidad para arreglar las llantas de las sillas de ruedas que se arruinaron por la larga caminata.