Con el Domingo de Ramos comienza la Semana Santa. Este día, los católicos recuerdan la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en medio de una multitud que lo aclamó como el Mesías. Las ceremonias principales del día son la bendición de las palmas, la procesión, la Misa, y, durante la Misa, el relato de la Pasión, según el evangelio de San Lucas. Esta tradición es una invitación a los católicos para que vivan conscientemente la Semana Santa de la Pasión de Cristo,

En La Paz y en todas las ciudades del país, miles de personas se dieron cita a la puerta de diferentes iglesias de la ciudad del país, donde adquirían sus palmas para hacerlas bendecir.

Luego de ser bendecidas muchos fieles suelen colocar las palmas en el hogar y las utilizan como un “signo sagrado”. Sin embargo, muchas personas acostumbran colocar las palmas benditas detrás de la puerta como amuletos, las utilizan con fines curativos o para mantener alejados a los malos espíritus o a los rateros, lo cual es una superstición.

Esta creencia, según la Iglesia es errónea debido a que “el verdadero sentido de las palmas en nuestro hogar es tener presente que Jesús es nuestro rey y que debemos siempre darle la bienvenida en nuestro hogar”. Una vez terminada la Semana Santa, se sugiere llevarlas a la iglesia para que sean quemadas y usar su ceniza el ‘Miércoles de Ceniza’, principio de la próxima Cuaresma.