Los desafíos de los autos sin conductor, una realidad cercana
Para el CEO de Tesla, Elon Musk, a la larga los autos que no se manejen solos correrán la suerte de los caballos. "La gente sólo los tendrá por motivos sentimentales", anticipa el millonario ejecutivo del fabricante de autos eléctricos.
06 de enero (DPA).- Nadie duda de que en unos años los autos sin conductor serán algo de todos los días en el tránsito. Por eso, el sector trabaja actualmente en los nuevos problemas que esto conlleva.
Para el CEO de Tesla, Elon Musk, a la larga los autos que no se manejen solos correrán la suerte de los caballos. "La gente sólo los tendrá por motivos sentimentales", anticipa el millonario ejecutivo del fabricante de autos eléctricos.
Musk, que intenta desde hace años competir con el motor de combustión interna y que en 2015 sacó unos 50.000 automóviles al mercado, es conocido por su visión determinante.
Pero el resto del sector también expresó la convicción de que en el futuro los autos robóticos formarán parte del día a día.
"Los autos sin conductor llegarán, eso es tan seguro como el amén en la iglesia", dice Ralf Lenninger, del concesionario Continental. El ritmo de transformación de la industria es cada vez más rápido.
En las últimas semanas no pararon las noticias. Toyota anunció que invertirá 1.000 millones de dólares en inteligencia artificial para automóviles. Un auto del grupo PSA de Peugeot recorrió unos 3.000 kilómetros entre París y Madrid de manera autónoma.
Tesla activó el software de piloto automático que, entre otros, permite mantener el carril y la distancia del auto que va adelante. El7 grupo chino Baidu presentó sorpresivamente sus propios autos sin conductor, mientras que en la ciudad suiza de Sion está previsto que en unos meses comiencen a circular dos autobuses autónomos.
Y como símbolo de la democratización del desarrollo, George Hotz, de 26 años, que se hizo conocido de adolescente por ser unos de los primeros en hackear un iPhone, armó en unas semanas su Acura ILX en su garage con los sensores necesarios para que funcione de forma autónoma.
La sensación en relación a los coches autónomos es la misma: sólo se trata de definir cuándo y cómo, no de si será posible.
Por eso, ahora los fabricantes deben concentrarse en resolver los nuevos problemas que conllevan este tipo de vehículos, que a la vez evitan otros, como los accidentes por errores humanos.
Entre los asuntos a resolver está cuál es el rol de la persona que está frente al volante. Actualmente se dice que el conductor debe estar siempre preparados para volver a asumir el control del vehículo en cualquier momento.
Pero también parece claro que a los conductores con experiencia les va a costar sentirse cómodos con esta situación. La industria busca respuestas a este dilema.
"Primero debemos determinar si la gente está en condiciones de volver a asumir la responsabilidad", dice Lenninger. Continental está desarrollando sistemas para vigilar a los conductores, en los que no sólo se usan cámaras, sino que se monitorea la posición en el asiento.
A partir de los datos obtenidos se calcula un tiempo de reacción, que puede ser breve o puede estar entre los 13 a 15 segundos si la persona se duerme al volante. Para estos casos se pensó en un "programa de emergencia", que, por ejemplo, prende el guiño del auto y lo conduce hacia la banquina.
Google, que desde 2009 trabajar en sus propios coches autónomos, se decidió por una decisión radical. Los futuros autos de Google se fabricarán sin pedales y sin volante, y todo se controlará desde un ordenador.
"Fue una decisión difícil", admite el jefe de desarrollo, Chris Urmson. "Pero si alguien se sienta en un auto que hace todo bien de manera autónoma, deja de prestar atención. Si de repente tuviera que intervenir en medio del tránsito no tiene la perspectiva de la situación que tendría normalmente".
Los planes de Google, sin embargo, sufrieron un pequeño revés en California, donde las autoridades de tránsito propusieron una regla que diga que en futuro cada conductor con licencia debería estar en condiciones de asumir el control del auto en cualquier momento.
"Eso conserva el antiguo status quo", cuestionó Urmson en una publicación en el blog de la empresa.
Poco antes, un automóvil de Google fue frenado en Mountain View porque la policía consideró que iba muy lento y frenaba el tráfico.
Hay muchas preguntas dando vuelta. ¿Cómo se debe comportar una computadora en un accidente inevitable? ¿A quién debe proteger? Google quiere resolver estos problemas éticos con algoritmos.
"En nuestro caso el auto intenta ante todo evitar a peatones y cicistas", dice el ingeniero Urmson. "Luego evita el contacto con otros vehículos en movimiento y en tercer lugar se ubican los objetos inmóviles como los árboles".
El fabricante sueco Volvo, que entre tanto tiene dueños chinos, anticipó recientemente una propuesta radical para resolver un asunto legal fundamental. Volvo quiere asumir toda la responsabilidad ante accidentes con autos sin conductor. Las regulaciones actuales estipulan que el conductor al volante es el responsable.
En Continental confían en la capacidad del software para evitar accidentes. "Si tengo un auto autónomo, no llegaré a vivir una situación de ese tipo", dice Lenninger. "De hecho, esa es la gracia de un coche sin conductor".
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