La Paz, 01 de enero (Oxígeno).- El amanecer para unos 200 comerciantes del mercado Uyustus ha sido negro y amargo. Un incendio que se inició poco después de las 01.30 de la madrugada de este viernes consumió los productos que habían logrado adquirir para comercializarlos por las fiestas de fin de año. El mayor centro comercial de la ciudad muestra un panorama triste.

Lágrimas de hombres y mujeres. Abrazos de consuelo y gente que sentía derrotada y estaba en el piso. Personas que buscan productos entre las cenizas aun calientes u otras que desarman los restos de sus puestos de venta. O, más allá, personal de la Alcaldía de La Paz, colaborando en el rescate de los productos o en evitar cualquier posibilidad de que el fuego se reactive. Ese es el panorama la Uyustus, hasta donde los efectivos de Bomberos llegaron sorteando las dificultades de un centro lleno de puestos de venta.

El incendió se inició en la madrugada, pero cerca del mediodía, aún se cumplía tareas en el área del siniestro.

“Todo se ha perdido. Mi capital, mi trabajo. Estoy en la ruina”, dijo doña Carmen, mientras sus hijos aún buscaban restos de los productos que iba a comercializar.

Computadoras, teléfonos Celulares, ropa para hombres o mujeres, discos compactos, televisores y hasta dinero en efectivo fueron arrasados por el fuego que se inició probablemente con la caída de un petardo. "Tenemos 95 puestos afectados", lamentó el dirigente del sector Uyustus Alto, Germán Mamani.

“Hemos perdido todo. Necesito apoyo. Hice lo posible para prestarme 90 mil dólares para estas fiestas y además tenía capital invertido. No sé qué hacer”, se lamentaba uno de los comerciantes. Don Felipe lucía derrotado. Ya sin lágrimas. Más arriba, otros jóvenes, con el rostro manchado por las cenizas, veían el horizonte en busca de una respuesta. “Lo perdí todo”, ha sido la frase común de este viernes.

El fuego dañó a viviendas. De hecho, las estructuras de un edificio de varios pisos fueron afectadas por el incendio de varias horas. Como se puede apreciar en la fotografía de Luis Gandarillas, reportero de Oxígeno, el edificio fue afectado su primera planta, aunque sus otros pisos también sufrieron perjuicios. Otras viviendas sufrieron la rotura de vidrios.

Mamani destacó que la actuación de Bomberos evitó que el desastre sea mayor.

Con lágrimas en los ojos, una de las comerciantes aseveró que con este incendió perdió unos 100 mil dólares de capital. "Yo sé que se puede recuperar, pero (duele la pérdida) por el esfuezo", expresó.

Una mujer encontró 5.400 bolivianos a medio quemar. Ella rogó al Banco Central que entienda su situación porque, como la mayoría de sus compañeros tiene deudas en el sistema financiero. "¿De dónde voy a pagar?",exclamó.

El dirigente Mamani pidió la compresión de las entidades financieras, reformular los planes de pagos de los comerciantes afectados.

Otro incendio. Algunas cuadras más abajo, pero ya en el barrio de El Rosario, un depósito de prendas de vestir se incendió en la calle Illampu. Así como ocurrió en la Uyustus, la caída de los fuegos artíficiales sobre un almacen acabó con la ropa que era propiedad de unos 100 comerciantes.