Cuándo es recomendable comprar un proyector de corta distancia
En las tiendas de electrónica y en Internet cada vez hay más oferta de proyectores de corta distancia, es decir que muestran lo mejor de sí en habitaciones pequeñas.
02 de diciembre (DPA).- Para proyectar una imagen grande en el cine en casa o durante una reunión en la oficina, los proyectores tradicionales necesitan una distancia mínima. De lo contrario, la imagen es pequeña o bien la persona que da la conferencia queda en medio del haz de luz.
"Los proyectores de corta distancia son útiles siempre que exista el peligro de que haya sombras sobre la pantalla o mecánicamente no sea posible otra opción", señala Raphael Vogt, experto en calibración de proyectores.
Los jugadores de videojuegos suelen contarse entre los usuarios de este tipo de aparatos, porque con los que había hasta el momento era imposible que los jugadores no se situaran con sus mandos justo delante de la pantalla y proyectaran por tanto enormes sombras. En cambio, los de corta distancia permiten jugar como si se estuviera frente a un televisor, sólo que de más pulgadas.
"Se trata normalmente de proyectores comunes que llevan incorporado un lente gran angular. En algunos modelos, sobre todo los de distancias más cortas, se trabaja también con un espejo. Este tipo de proyectores se pueden colocar justo frente a la pantalla", explica Vogt.
Para una imagen de 2,50 metros, lo que equivaldría a 100 pulgadas, los dispositivos de este tipo sólo necesitan una distancia de 80 centímetros respecto de la superficie de proyección. Si no hace falta una imagen tan grande, bastan apenas 20 centímetros.
El factor de proyección tiene un papel importante, es decir, la relación entre las pulgadas y la distancia del aparato respecto de la pared. Uno de 1,5:1 significa que a una distancia de 1,50 metros, el aparato proyecta una imagen de un metro de diagonal.
Los proyectores de corta distancia siempre poseen un valor menor de 1. Por ejemplo, un 0,6 implica que el aparato tiene que estar a 60 centímetros para ofrecer una imagen de 100 centímetros.
"Los modelos muy sencillos distorsionan la imagen debido al objetivo barato", explica Vogt, por lo que hay que tener en cuenta que por menos de 1.500 euros estas deficiencias se notan. No está mal probar varios aparatos y asegurarse de que es posible devolverlos hasta dar con el adecuado, señala.
"El objetivo es la parte más cara e importante de un proyector y los lentes gran angular o de ojo de pez son los más difíciles de fabricar", señala Vogt.
La diferencia de precios no es muy grande, pero hay que tener en cuenta para qué se lo va a usar, añade. Los aparatos para la oficina no son adecuados para ver películas.
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